Ventas en semáforo amarillo

Diego Lara León

En estos primeros días de semáforo amarillo la mayoría de comerciantes indican que
las ventas están increíblemente bajas. ¿Cómo se explica esto?

Lo explico con una analogía. Muchos de nosotros alguna vez jugamos a “los carros de
madera”, para este juego se necesita de un “piloto” y uno que “empuje”, para los que
nos tocaba empujar (porque no éramos los dueños del “bólido”), sabíamos que era
más fácil empujar en una cuesta si llegábamos al inicio de ésta con la mayor velocidad
posible, es decir, a más velocidad, más liviano se hacia el vehículo de madera y su
piloto. Si por alguna razón perdíamos viada en media cuesta, el arranque se hacía
muy difícil, muy pesado y sobre todo muy lento.

Eso también pasa en el mercado, en la actividad comercial, en el ejercicio de la oferta
y la demanda.

Con una paralización por casi 70 días, el arranque será parecido a “empujar el carro
de madera en cuesta”. El cliente no regresará fácilmente, lo hará con menos dinero, no
comprará a plazos a menos que sea muy necesario, tendrá recelo de entrar al local
comercial, las promociones no lo motivan. Hay almacenes que hasta antes de la
pandemia estaban muy posicionados, tenían “clientes fieles y seguros”, clientes que
ahora no aparecen y que no serán fieles ni seguros al menos en el corto plazo.

Recomendación para emprendedores y comerciantes: regresen a “enamorar al
cliente”, utilicen medios digitales, usen su base de datos y llamen o envíen mensajes a
sus clientes, envíen promociones, envíen fotos o videos sobre los protocolos de
bioseguridad que están implementando. Recuerden como empezaron, éste es un
nuevo inicio. Lo más seguro es que el nivel de ventas no será el mismo que tenían
antes de la pandemia, no al menos por varios meses, pero irá creciendo. Únanse a las
plataformas digitales que ofertan entrega a domicilio, si bien es cierto no facturarán
mucho, pero ayudará.

También es momento de analizar los costos y gastos, seguro podrán ser más
eficientes: Diversifiquen su cartera de productos y clientes. Recuerden que “el que se
adapta sobrevive”. Es necesario reestructurar esa deuda, alargar ese préstamo y
reducir la cuota mensual, ustedes necesitan liquidez.

Finalmente recuerden esa ilusión y energía con la que empezaron su emprendimiento,
es momento de llenarse de esa ilusión y trabajar con esa energía.