… y sigue el robo!

Efrén Sarango Palacios

Esperaba de a poquito
que el asunto poco a poco
se mejore, pero loco,
más parece huevo frito.
Sí señor, es un relajo
el Estado ecuatoriano,
todo el mundo mete mano
hasta el barbas de estropajo.

¡Qué tremendo desparpajo!
¡Que bestial, qué latrocinio!
se me funde el raciocinio
y reclamo, ¡qué carajo!
Y el mandante no hace nada,
no le atina, no hace mella,
extraviado de su estrella
cuesta menos que empanada.

¡Qué suprema pendejada!
¡Qué bonito el lleve, lleve!
¡Qué trompón artero, aleve!
como golpe en las quijadas.
Viene el uno y mete mano,
viene otrito y clave el diente,
entre amigos y parientes
entre pillos y fulanos.

Mientras tanto los cristianos
mendigando un bono absurdo,
mientras Lenin el palurdo
indolente anticristiano.
No recuerdo tal paliza
en tributos y en impuestos,
este tipo tan funesto
Nos robó hasta la camisa.

Mientras tanto doña Diana
la Fiscal de media nota,
no hace bulla ni alborota
porque dice que son panas.
Qué suprema magistrada
ciega, muda con los mismos.
que nos roban con cinismo
mientras ella, bien sentada.

Nuevamente me apercibo
de la pluma y de mi verso
desde sitios muy diversos
como un acto positivo.
Si señores, por lo menos,
escribir el atropello
de este grupo insigne y bello
que nos suelta cruel veneno.