Ir más allá de las palabras

Sandra Beatriz Ludeña

Alguien me ha preguntado si puedo y me gusta leer. Yo he dicho que es algo complejo, pero es mi pasión. El cuestionamiento fue directo al corazón, ha calado hondo. Antes leía textos y palabras, ahora sé que hay otro tipo de lecturas.

La realidad es multivariante, por eso, la lectura inclusive cuando se limita a leer palabras, tiene exigencias como saber: lingüística, sociología, marxismo, estudios culturales. Si analizamos ¿qué se lee?, se vislumbra cosas interesantes.

Cuando la lectura es cotidiana, es decir, la que llega a las masas, y se produce en periódicos, revistas, etc. Allí prima: la urgencia, velocidad de lectura, mensaje, intención pedagógica, extensión, propuesta, tipo de retórica para dejarnos el buen gusto. Todo esto involucra saber leer.
Más, se puede romper estos límites, en el ámbito cotidiano hay más cosas que pueden ser leídas. Un experto, me abre a un campo desconocido, al confesarme que lee sentencias judiciales.

Cuenta que en ese tipo de textos, aprecia las construcciones jurídicas que se han dado, pues la jurisprudencia es importante a la hora de la justicia. Confiesa que al leer un proceso judicial, le es inevitable detectar errores, pues no hay obra perfecta, por esto, lee resoluciones que son producto mejor terminado.

Así también, el auditor realiza lecturas en procesos administrativos, financieros, democráticos, médicos, educativos, y otros más. Lo mismo que un ingeniero civil o un arquitecto en los planos de una obra, y otros profesionales. Claro, sus lecturas son técnicas.

Pero, un ciudadano común también hace lecturas sociales de su realidad. Ahora, en etapa preelectoral, con las pre-candidaturas para las próximas elecciones presidenciales, hay mucho que leer.

Cada candidato comunica su intención de representación, dice sus motivaciones, o los por qué quiere llegar a esa dignidad. Nosotros, los que elegiremos, evaluaremos sí ese personaje reúne el perfil, si tiene el conocimiento especializado del puesto, si su trayectoria le ha dado la experiencia. Si sus resultados son evidencia de su efectividad como líder social.

Metaforizando un poco, un hospital busca personal para operar cirugías a corazón abierto, lo anunció en los diarios de mayor circulación, sin dar el perfil del puesto. Entre los aspirantes destacan: cantantes, bailarines, músicos, y otros; pero ni un solo médico. El hospital sin alternativas, contrata lo más cercano a lo que necesita. Así, al enfermero que algo sabe de medicina y el dibujante algo de anatomía. Con esto llena el puesto, pero, nadie asegura que salvarán vidas.

Para las próximas elecciones, debemos hacer una buena lectura de la realidad, e ir más allá de las palabras.