Cómo funcionan las vacunas

Fredy Paredes Cuenca

La inmunidad entendida como la protección que genera el organismo como mecanismo de defensa ante un germen que amenaza la integridad de un organismo, proporciona sustancias protectoras que se adhieren a la superficie de los elementos extraños que ingresan dentro del cuerpo, son las inmunoglobulinas (Ig), que permiten que los gérmenes como virus, bacterias, hongos, parásitos puedan ser reconocidos, digeridos, destruidos y eliminados.

El sistema inmunitario está formado por dos elementos importantes, en primer lugar por las células de defensa, son las células sanguíneas denominadas glóbulos blancos en sus distintas variedades, que son como los soldados de primera línea de ataque, con el apoyo de una segunda línea celular de defensa; en segundo lugar están presentes en forma conjunta y en acción simultánea, la defensa humoral, que lo constituyen las inmunoglobulinas (Ig) o anticuerpos.

La participación de estas sustancias, Ig de composición proteica, no se generan en forma espontánea, son el resultado de un estímulo al sistema inmunitario que mediante las células de defensa desencadena su producción masiva.

Las Ig funcionan inicialmente como detectores de antígenos que no son otra cosa que sustancias extrañas al organismo, con un potencial efecto-patógeno que puede causar enfermedad o un trastorno a la estabilidad e integridad de los tejidos, órganos, aparatos y sistemas.

Entendido lo anterior debemos hablar de dos tópicos importantes, primero inmunidad activa es aquel mecanismo de defensa que se genera como se ha dicho antes mediante células e Ig ante la exposición a un elemento extraño sea virus, bacteria, hongo o parásito. Segundo, la inmunidad pasiva es a diferencia de la anterior el aporte de Ig externas, sean estas obtenidas de otros organismos o por síntesis artificial que cumplen una función exactamente igual que las Ig producidas en el organismo.

¿Entonces que son las vacunas? Las vacunas no son otra cosa que gérmenes vivos atenuados (sin efecto patógeno) o fragmentos de esos gérmenes administrados a una persona sana que desencadena la producción de Ig o Anticuerpos en respuesta a su presencia, que ponen en marcha a la inmunidad activa. Las inmunoglobulinas como medio de defensa se encuentran circulando por todo el cuerpo a través de la sangre y adheridos a los glóbulos blancos en su membrana celular.

Según Bartsch, et al, de la American Journal of Preventive Medicine la eficacia de las vacunas como la del Sarampión es del 95%, la de la Gripe esta entre 20 a 60% , pero para que sea efectiva debe ser vacunada toda la población que pudieran ser susceptibles a la enfermedad.

La pandemia por el Coronavirus, Covid-19 o SARS 2 puede ser controlada mediante el uso de una vacuna que debe tener al menos del 60% de eficacia, siempre y cuando toda la población esté vacunada. Lo que significa que, si nadie tuviera el virus de la pandemia por Covid-19 y si 100 personas recibieran la vacuna, 60 no desarrollarían la enfermedad con igual intensidad que aquella persona que no ha recibido vacuna, claro está que todos deberían recibirla.

Las vacunas funcionan como un estímulo al sistema inmunitario haciendo que la inmunidad se active y se encuentre apta como mecanismo de defensa más eficiente para enfrentar la enfermedad, por lo tanto, la vacuna no evita el contagio de la enfermedad sino acciona el sistema inmunitario.

Las vacunas son entonces un recurso muy importante en la solución de la pandemia actual, pero debemos considerar con mucha seriedad que ante la posibilidad de que la vacuna no esté disponible para toda la población, debemos continuar con el uso de prendas de protección como mascarillas, pantallas de protección facial y el distanciamiento social.