¿Por qué el ensañamiento contra las mujeres?

Ruy Fernando Hidalgo Montaño

Las mujeres, son a mi criterio son una de las obras más excelsas de Dios sobre la tierra, creo que muchos compartirán mi opinión. El creador puso en ellas, sensibilidad, belleza, una dulzura infinita, en una gran mayoría de ellas. Por eso, no deja de sorprenderme, los maltratos y el discrimen de que son víctimas en la sociedad de hoy, que ya de por si injusta en muchos aspectos de la vida. A las mujeres se las maltrata en una enorme diversidad de casos, y se la discrimina, en igual diversidad de formas.

En algunos hogares, ya empieza el trato desigual, en muchas familias desde temprana edad se trata de manera diferente a las niñas, con respecto al trato que reciben los niños, haciéndolas sentir esa equivocada y abismal diferencia, a veces descaradamente se les da a los niños varones demasiada libertad. Sin comprender que la mayor diferencia que hay entre ambos sexos, es anatómica y hormonal, en lo demás, son seres humanos absolutamente iguales, en lo referente a defectos y virtudes, errores y aciertos, amores y desamores, ilusiones y desencantos. Lo malo está, en que, con el paso del tiempo, estos pésimos hábitos, se transforman en taras mentales, que traspasan generaciones, con consecuencias difíciles de pronosticar, lo más grave es que, en muchos escenarios de la cotidianidad, son las mismas mujeres las que permiten, aúpan, fomentan, este tipo de comportamiento, convertidas en madres, novias. esposas, tomándolo como algo normal, cuándo nada tiene de aquello.

En el campo laboral, también existe discrimen para las damas, en las tablas de salarios por ejemplo, se ha comprobado que, en algunas empresas e instituciones tanto públicas como privadas, realizando el mismo trabajo, las mujeres reciben menor remuneración que los hombres.

Ahora si hablamos de lo que representa para ellas, salir y transitar por el espacio público, según testimonios de amigas y familiares, es una horrible experiencia, peor aún si van solas. Son objeto de acoso callejero que se manifiesta en persecución de mozalbetes, patanes de toda edad, quienes, según ellos, piropean utilizando lenguaje vulgar de cloaca, atemorizándolas hasta el llanto. La creciente cantidad de femicidios, el acoso en diferentes formas, ya sea de profesor a una alumna, o de profesionales de variada índole que se aprovechan de su título para dar rienda suelta a sus bajos instintos, acoso laboral, las aberraciones más deleznables contra niñas y niños debe frenarse ya, pero con la letra muerta de leyes inservibles. Sino con procesos transparentes y efectivos. Caso contrario la pregunta del titulo seguirá taladrando nuestra cabeza.