Las fuertes lluvias en el cantón Nangaritza, provincia de Zamora Chinchipe, ocasionó que el caudal del río del mismo nombre aumente, ocasionando una serie de daños. Más de 40 familias se vieron perjudicadas en la parte agrícola.

El invierno que afronta el cantón y sus parroquias, provocó que el jueves 06 de enero, sectores ubicados a lo largo del río Nangaritza, se vean perjudicados por una crecentada de gran magnitud que dejó serios estragos.

 Fredy Armijos Pérez, alcalde de Nangaritza, explica que incluso en el sector Shaime, maquinaria de quienes ejercen actividades mineras, sufrió daños. Al igual que dos viviendas y una pollería, se inundaron.

Mientras, que en la parte baja de Nangatitza, desde el sector Sumayaku hasta Paquisha, aproximadamente, 40 familias sufrieron pérdidas de sus sembríos de yuca, plátano, maíz, pastizales; y, animales como: cuyes, pollos, chanchos tilapia, entre otros.

Situación

La autoridad acota, que no hubo la pérdida de vidas humanas. Sin embargo, no es la primera vez que se presentan este tipo de percances. Nangartiza cuenta con una población de cerca de 8 mil habitantes.

Lo ocurrido el último jueves, fue controlado. Se intervino con los organismos de socorro para brindar auxilio a las familias, quienes fueron evacuadas de forma temporal.

Intervención

A causa de   los estragos   de la naturaleza y el invierno con frecuencia se   presentan inundaciones y desbordamiento del río.

Por este motivo, explica Armijos Pérez, durante el año 2019 y 2020, se intervino por parte de la Municipalidad, en la construcción de muros de contención en las partes del río con mayor peligrosidad. De esta forma se evita consecuencias negativas mayores.

También se coordina con la Prefectura de la provincia, para la implementación un drenaje y se dé una mejor circulación de la corriente.

Asimismo, se alerta a la población para que no realice construcciones, ni tenga sus sembríos cerca de las riberas del río. Deberá guardarse una distancia de seguridad 50 metros, precisa el burgomaestre.  

Alerta

 Trabajadores de empresas mineras indican que siempre están con temor de lo que pueda pasar. Las lluvias que azotan al sector son constantes. “Incluso el año anterior hubo problemas más graves como un desbordamiento de gran magnitud”, refiere Marlon Joaquín Maza, quien ejerce la actividad. (I)