César Eduardo Briceño Toledo
La ciudadanía espera que después de cada elección democrática del país, luego de 42 años, en los cuales, se ha repetido más de una vez la misma película de ingobernabilidad y de pugna del ejecutivo con el legislativo; debe haber un propósito institucional permanente en la nación. Por esa razón, todos los ecuatorianos debemos involucrarnos en la práctica de una buena política que el concepto implica socialmente; habida cuenta que, todos los problemas que acarrean las desavenencias nos afectan a todos por igual. Además, para no ser simples espectadores y dejar toda la responsabilidad a los actores políticos, que nos siguen dividiendo, más aún.
Una vez más, vuelve al tapete de discusión la consulta al pueblo ecuatoriano lo apropiado o no del bicameralismo con el fin de evitar estas confrontaciones del unicameralismo; cuando en el país existen problemas peliagudos como la falta de reactivación económica en el emprendimiento, agrícola y construcción. De los siete proyectos aprobados hasta el 15 de diciembre de 2021, cuatro forman parte de la agenda parlamentaria que contenía cinco ejes relacionados a salud, educación, seguridad, economía, desarrollo, derechos humanos, familia, naturales, derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades, ética y transparencia. La agenda legislativa deja cifras en rojo tras siete meses de trabajo que la Asamblea lleva en funciones, ninguno de los proyectos de ley entregados por los actuales asambleístas ha llegado al Registro Oficial.
La Asamblea Nacional, cuanto antes, debe aprobar las reformas al Código Laboral que esté de acuerdo a nuestra realidad que 7 de 10 ecuatorianos no tienen un trabajo formal que les permita tener un ingreso económico seguro, porque el actual no cumple con esa garantía constitucional.
Es perentorio que el colectivo haga escuchar su opinión en pro de políticas públicas, en un marco de gobernabilidad entre el ejecutivo con el legislativo, que esta última función al parecer tiene su propia agenda política que no es del país; pensando desde ya en las elecciones venideras con menoscabo de la fe pública.