Augusto Costa Zabaleta
Los actos impetuosos conmocionan y advierten el advenimiento de la vorágine, así como en la apacible diafanidad de la comprensión de ideas y la compatibilidad de sentimientos, se origina la paz, siempre cual vigía sin relevo, con altivez y vigoroso, está presente el periodismo y la comunicación, originado por seres de mentalidad preclara y conciliadora, de espíritu excelso y alturista con una misión ufana y viril de orientar la opinión pública.
Es que el periodismo es veracidad incuestionable, certeza inconfundible, imparcialidad profesional y una vivificante e impoluta orientación y asesoramiento con ética, humanismo, honorabilidad, verdad y un gran acervo de conocimientos e ilustración, sin evasivas, lucubraciones y distorsiones para evitar la desazón y confusión en detrimento de la esencia primordial del periodismo.
Ser periodista, comunicador o relacionador público constituye un paradigma que ha sublimizado su existencia integrándose a una nueva generación de elite especializada en la ciencia milenaria y el espacio etéreo, con contexto generacional cultural de renovación y liderazgo, de lealtades, principios y valores, patetizándose como pioneros de presente y futuras civilizaciones.
La verdad y la exactitud, la forma culta, sin prejuicios de la severacidad, de la fuerza de las ideas y del pensamiento crítico constituye la piedra angular y el basamiento ancestral de ’’La libertad de expreción del pensamiento’’ y esencia sabias de todo las libertades, que con heroísmo denuncian los excesos de las dictaduras tiranas, que previenen y condenan las flagrantes violaciones a los Derechos Humanos, que denuncia y reprocha con auténtico juicio de valores democráticos el cáncer de la corrupción, la inseguridad jurídica y la impunidad cómplice de los magistrados, en contubernio procaz y agravio al pueblo soberano.
En el mundo contemporáneo, la comunicación constituye el primer valor científico y social para entrelazar a los pueblos del planeta, forjando un mundo de relación, de solidaridad y de perfecta convivencia.