Cuando un ser querido se marcha al infinito

Luis Pineda

Cuando un ser querido se marcha al infinito, nos conmocionamos por la dureza del golpe. Esa realidad la vivimos al fallecer nuestro querido tío José Eduardo Sanmartín Tigre, que nació el 18 de abril de 1935 y fue hijo de Daniel Sanmartín y María Dolores Tigre, sus estudios primarios los realizó en la Escuela de los Hermanos Cristianos de la Salle.

Su infancia y juventud transcurrió en el barrio de Yanacocha, junto con su madre Dolores y su hermana Isolina. Él fue para nosotros el hermano mayor que nos ayudó a vivir en la yachayhuasy, o sea la casa del saber, donde fuimos educados con el ejemplo de nuestros padres campesinos, Amador e Isolina, en los valores de: honradez, justicia, valor de la palabra, trabajo, responsabilidad, reciprocidad y solidaridad.

El tío Eduardo fue el mejor ejemplo de que es posible conseguir lo que nos propongamos si lo hacemos con trabajo permanente y responsabilidad, pues pasó de agricultor a carpintero, luego a transportista, fue socio de las cooperativas: Cenepa, Cenepa-Pacífico y Unión Cariamanga. Pese a su instrucción primaria fue gerente de las cooperativas de transporte: Unión Cariamanga, 24 de mayo y Nambija.

Como buen vecino a la Comunidad del Barrio Las Palmas fue Síndico de los Devotos de la Virgen del Cisne, donde cumplió sus obligaciones con mucha responsabilidad y devoción; así mismo fue Presidente de la Junta de Agua Entubada del Barrio Las Palmeras, donde trabajó incansablemente por el mejoramiento de este sector.

Luego de acogerse a su Jubilación se dedicó a uno de sus pasatiempos favoritos que era la música, habiéndose integrado a un grupo de la Tercera Edad con quienes compartían reuniones semanales, preparándose para cualquier eventualidad donde eran requeridos, actividad que la realizaban con el mayor entusiasmo.

Fue ejemplo como esposo de la tía María Vicenta Esparza Jaramillo y padre amoroso de sus hijos: Ana Melania, Luis Fernando (+), Paulina Genoveva, Eduardo Vicente (+) y Monfilio Enrique.

Como otro medio de vida brindaba servicio de transporte en su pequeña camioneta Toyota blanca, conocida por todos los vecinos y amigos que lo solicitaban.

Una persona sencilla, alegre, servicial, honesta y con una gran calidad humana que siempre estuvo atento a servir a propios y extraños con bienes y persona, se marchó a celebrar su Pascua cuando fue llamado por el Padre Dios, el día 18 de abril de 2022.

Como cristianos tenemos la confianza de que si vivimos con Cristo, morimos como Cristo, resucitaremos como Cristo.