Quilanga, 29 de abril 2022

Juan Luna

En un pequeño rincón de nuestra provincia de Loja, al sur oriente se ubica el pequeño Quilanga, muy cercano a cumplir treinta y tres años de ser reconocido como cantón logrando su independencia política y autonomía para la toma de decisiones en su organización, planificación y ejecución de obras en bien del desarrollo integral de sus habitantes.

Durante estos dos últimos años, igual que el mundo entero, se vio afectado por la pandemia, fallecieron seres queridos y amigos, igual sucedió con la economía de sus habitantes que, en su mayoría viven de la producción agrícola, especialmente del café, la ganadería y el comercio de pequeñas tiendas en parroquias y barrios; buena parte de jóvenes salieron en busca de mejores días en el trabajo de la minería. De otro lado, la lucha por la sobrevivencia en esta aguda crisis de salud llenó de esperanzas a la familia quilanguense.

La colaboración, el cuidado solidario, respeto por las medidas de bioseguridad y el programa de vacunación fue observado por sus habitantes, especialmente, con los adultos mayores, los niños y las niñas experimentaron el mayor cuidado de su salud, alimentación y la generosidad de sus habitantes no estuvo ajena, por medio de campañas de solidaridad lideradas por el COE cantonal.

Con el correr de los días se va abriendo paso a la reactivación de la vida y de la economía. La alegría y esperanza aflora en sus habitantes, el verdor de los campos regados por la lluvia, el sonido de sus quebradas y ríos entretienen a propios y extraños, la naturaleza prodigiosa de bondad anima el trabajo y la lucha por cada día mejorar la calidad de vida.

Mejorar la calidad de vida es el propósito de la reactivación, por ello, a un grupo de emprendedores están encaminándose por la ruta del agroturismo, el turismo, la gastronomía, la  naturaleza, la cultura y el arte, a fin de promocionar y posicionar a nuestro cantón como un destino turístico y productivo por la riqueza de su paisaje, clima, turismo de naturaleza y aventura, agroturismo en sus fincas de producción cafetalera orgánicas y certificadas; gastronomía local y tradicional, arte, cultura, diversión y espacios para el hospedaje se proyectan hacia la ciudadanía  que gustan del turismo, la aventura y del encuentro con la familia.

Esta alternativa de reactivación es una oportunidad y nueva posibilidad de desarrollarnos integralmente y mostrar el potencial que Quilanga mantiene y que por las circunstancias se ha descuidado o se lo ha invisibilizado y que gracias a la iniciativa de los emprendedores privados va consolidándose al ofertar paseos turísticos incluyentes y participativos en los barrios, parroquias y cabecera cantonal, pues, el potencial con el que cuenta el cantón lo convierten una verdadera vitrina en la provincia y el país sobre la necesidad imperante de volver la mirada a la familia y a la naturaleza  .

Este es un momento histórico que precisa a trabajar unidos sector privado y público con objetivos comunes para mejorar la calidad de vida y visibilizar un proyecto de desarrollo humano integral desde el turismo y el cuidado por la naturaleza. Reactivarse es poner en juego ideas que nos lleven a construir juntos el cantón de nuestros sueños.

Buen viento y buena marea.