La vida es y será por siempre hermosa
con todos sus bemoles y altibajos,
aunque nos vaya mal en los trabajos,
y no todo sea color de rosa.
Es un tesoro, es una bendición
es alegría y es adversidad,
pero por sobre todo y en verdad,
es el más fino y más preciado don.
Es contemplar a diario la belleza
del horizonte y la naturaleza,
y todo cuánto existe en derredor.
En fin, es infinitamente bella
como el fulgor acaso de la estrella,
es la obra sublime del “Creador”.
Acf