Cuenca Puyango-Tumbes, contaminada y en riesgo de litigio

Varios ríos de la provincia de Loja reciben las aguas negras de áreas urbanas sin ningún tratamiento previo; los municipios aducen falta de recursos para construir plantas de tratamiento por cada uno de los sistemas de alcantarillado existentes.

Sergio Vicente Cordero Espinosa, coordinador zonal del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate), le dijo a Diario Crónica que los técnicos de esa dependencia realizan inspecciones periódicas en los ríos de la provincia para verificar posibles casos de contaminación por diferentes actividades. “El Río Puyango es el más contaminado de la provincia”, precisó. Además, relató que es un afluente que recibe las aguas del río Amarillo que “es mucho más contaminado”.

Una investigación basada en la determinación de los niveles de concentración de elementos nocivos, como cianuro y plomo, ha puesto en alerta sobre la calidad del agua del río Amarillo ubicado en la parte alta de la provincia de El Oro, aledaño a las poblaciones de Portovelo y Zaruma, el mismo que es afluente del Río Puyango, formando parte de la cuenca del Puyango-Tumbes.

El funcionario afirmó que la mayor cantidad de contaminantes viene por el lado de las aguas negras que van directamente a los ríos. “Los municipios no cuentan con plantas de tratamiento de aguas residuales, son vertidas a los ríos y eso incrementa la contaminación”, dijo Sergio Cordero al tiempo de hacer público que el Municipio de Macará estaría violando la ley ambiental. “Es necesario seguir un proceso sancionatorio para que los municipios vayan buscando los recursos que les permitan dar mantenimiento o construcción de plantas de tratamiento para dejar de contaminar ríos o quebradas”.

Cordero Espinosa, comentó que la institución no cuenta con recursos que permitan hacer los estudios de las aguas en los ríos, sino más bien, los posibles infractores, como los municipios, tendrían que costear los análisis en laboratorios garantizados. “Tenemos que medir la contaminación del río bajo ciertos parámetros; con una tabla que está en la Ley, se hace la verificación y si pasa los límites permitidos, se procede a la sanción a quienes provocan el daño ambiental”, e insistió que el Maate no dispone de recursos económicos ni laboratorios para el monitoreo permanente de la calidad de sus aguas.

En caso de personas naturales, el procedimiento iniciaría con la notificación de la infracción ambiental, para luego convertirse en veedor de los estudios y análisis del agua en un laboratorio contratado por el transgresor, y finalmente aplicar la ley. “Actualmente contamos con 35 técnicos para atender las competencias de medio ambiente, agua potable, alcantarillado, riego y drenaje, y recursos hídricos”, finalizó.

Para el ingeniero ambiental, Alex Geovanny Molina Correa, “en el Ecuador y en especial en la zona sur, los municipios y juntas parroquiales tienen plantas de tratamiento obsoletas y las aguas servidas no son tratadas como dictan las normas ambientales, por tal razón es importante que se implementen políticas públicas para destinar recursos al tratamiento de estas aguas”, detalló.

Agregó que, “las aguas producto de las actividades humanas son descargadas sin tratamiento y no cumple con los estándares y normas dictadas por el Maate», causando contaminación más adelante, ya que con dichas aguas se realizan actividades agrícolas que luego son devueltas en productos hasta los mercados, cerrando un círculo de contaminación y enfermedades.

Finalmente, Molina Correa, advierte del riesgo de litigios internacionales entre Ecuador y Perú, por la contaminación de las aguas de la cuenca del Puyango-Tumbes. “En zona de frontera, la situación es preocupante, pues existe actividad minera en aguas internacionales, y eso tiene alerta a nuestros vecinos dado que las aguas llevan grandes contaminantes productos de la actividad minera en zonas y parques industriales del distrito minero Zaruma-Portovelo”, subrayó. Asimismo, hico hincapié en que “en algún momento el Ecuador tendrá que reparar el daño ambiental causado aguas abajo y eso deteriorará las relaciones bilaterales entre países hermanos”. (I)