
El programa Ojo Crítico, de Diario Crónica, recibió al activista político del movimiento Revolución Ciudadana, Max Iñiguez Iñiguez, quien dio a conocer su postura sobre el juicio político que ha propuesto la bancada del correísmo en la Asamblea Nacional.
Comentó que es necesario porque el actual presidente no ha cumplido con su plan de trabajo, y eso habría provocado el distanciamiento de varios sectores políticos que inicialmente respaldaban al Gobierno. “Siempre manifestamos que no iba a cumplir sus propuestas de campaña, por el contrario, lo que sabíamos que haría es hundir al país y no apoyar la economía”, y enfatizó que las acusaciones políticas estaban en contra del correísmo por el riesgo de “descalabrar económicamente” al Ecuador. “Le dijimos al presidente que ejecute la muerte cruzada, pero no se ha dado aquello y hemos dicho que hay que dar una salida democrática al país”.
Indicó que el vicepresidente Alfredo Borrero Vega fue votado por el pueblo ecuatoriano y es quien debe asumir las funciones de presidente en caso de que Lasso Mendoza sea destituido, aunque también hizo pública la hipótesis de renuncia del segundo mandatario. “Muchos saben que no va aceptar, entonces hay dos escenarios: o renuncia a la vicepresidencia y no asume la presidencia; o renuncia a la presidencia, después de asumir el cargo”, señaló. Sin embargo, mencionó no estar de acuerdo con que se repita el procedimiento político para darle el cargo al presidente de la Asamblea, como sucedió en 1997 cuando se derrocó al presidente Abdalá Bucaram Ortiz, e invocó a la seriedad en la sucesión presidencial. “La Constitución establece que el vicepresidente asuma el cargo; pese a las diferencias con el señor Borrero, y saber que no es el adecuado, lo eligieron los ecuatorianos”, resaltó.
Iñiguez cuestionó el mecanismo de la muerte cruzada y juicio político tipificadas en la Constitución que el correísmo aprobó, ya que a su criterio se estaría aplicando por parte del Gobierno de Lasso Mendoza, para evitar su destitución. “Siempre tenemos que ser autocríticos, y eso está mal; pero todo el descalabro institucional se debe a Julio César Trujillo, y al pacto entre Lasso y Moreno”. Subrayó que no se trata de una confrontación política entre sectores sospechosos de corrupción, sino del mal gobierno actual. “Este Gobierno tenía que superar al bueno; y ahí están los índices de organismos internacionales”, comentó.
Frente a los cuestionamientos de las exigencias políticas del correísmo a cambio de impunidad, desvirtuó las aseveraciones y más bien enumeró las demandas al Gobierno para garantizar salud, educación y empleo. “Traigan el dinero; este país necesita dinamizar la economía, seguridad, trabajo, educación, desgraciadamente somos un ejemplo a no seguir”.
Dijo que defiende al correísmo por los beneficios recibidos, incluso en su familia. “He tenido casos de jubilaciones, enfermedades crónicas; he sido testigo de que este país se transformó”, y destacó que habría militantes del mismo partido por quienes no metería las manos al fuego. “Si usted me dice, en la provincia de Loja, usted mete las manos al fuego por uno u otro compañero, de una lista de 20 personas, posiblemente queden dos, porque sé lo que hicieron y cómo operaron”.
Finamente, Iñiguez precisó que el partido socialcristiano está jugando a dos cartas en el juicio político en contra del presidente Lasso Mendoza, por lo que dicho proceso no terminará con destitución. “Estoy seguro, que, en el pleno de la Asamblea Nacional, los socialcristianos, o se van o votan a favor del Gobierno”, por lo que insistió en su tesis personal de sostener que los integrantes de la lista 6, Pachakutik e Izquierda Democrática, “harán el negocio de su vida”. (I)