Los gobiernos autónomos descentralizados serán instituciones públicas líder en la prestación de servicios públicos a la sociedad, mismos que gozarán de prestigio, confianza y credibilidad por la calidad de sus obras y servicios y, por la seguridad laboral que sabrán brindar a sus empleados y trabajadores. Se caracterizarán por ser instituciones en desarrollo y mejoramiento continuo; se identificarán por su flexibilidad para adaptarse a los cambios del entorno; por el incremento porcentual de su productividad; por el trabajo en equipo, con la participación de toda la sociedad; por la comunicación efectiva en todos los niveles de la institución; y, por su preocupación permanente por lograr la satisfacción de las necesidades de sus habitantes. Además, impulsarán el desarrollo social, económico y ambiental de su territorio. Su accionar se sujetará a las políticas, estrategias y objetivos del plan de desarrollo participativo.

Los gobiernos autónomos descentralizados sustentarán su gestión en la búsqueda de valores institucionales como atención prioritaria a las necesidades de los usuarios y contribuyentes; actuarán con ética y transparente en todas las manifestaciones; demostrarán respeto por los intereses legítimos de la sociedad; generaran un alto sentido de pertenencia y compromiso personal y social. Promoverán el desarrollo social e intercultural fortaleciendo la salud, bienestar, igualdad de género, deporte y recreación, velando por la conservación del patrimonio cultural, identidad, apropiación de tradiciones y costumbres, promoviendo el desarrollo urbano sostenible, mediante la transformación cultural, participación social, educación, capacitación, restauración de la transgresión ambiental, aplicando principios de movilidad sostenible, jerarquización de residuos, cuidado del agua, de los animales, del ambiental e impulsaran el desarrollo productivo, mediante la optimización de sus diferentes sistemas formales de servicio, en pro de su beneficio económico, optimizando las fuentes de financiamiento del presupuesto institucional, a través de recaudaciones propias, recursos fiscales, líneas de crédito y cooperación, para financiar la gestión municipal, garantizando la dotación de servicios públicos e infraestructura, mediante procesos sostenibles, para el beneficio de los habitantes, impulsando procesos para la mejora continua e innovación y el uso de las tecnologías de información y comunicación, con el fin de alcanzar la excelencia del servicio, logrando de esta manera el desarrollo integral, mediante normas que generen incentivos tributarios, un adecuado régimen de uso del suelo y un crecimiento urbano que sea ordenado, seguro, turístico, cultural, patrimonial, gastronómico, natural, inclusivo y sostenible.

La Jefatura de Personal ha adquirido en los últimos años un abordaje más multidisciplinar y amplio de lo que venía siendo el clásico jefe de personal. Ahora, las funciones de la Jefatura de Personal aglutinan más campos de acción que lo relativo a las relaciones laborales, debido a que gestionan puntos estratégicos como la salud, la seguridad, la formación, la evaluación, el seguimiento de la eficacia y eficiencia del empleado y trabajador; Hoy vela por que no se produzcan casos de discriminación, por la responsabilidad social institucional y hasta procura atender problemas personales de sus colaboradores para que estos no afecten a su actividad laboral. Con este contexto, su importancia va en aumento y es que este puesto de responsabilidad debe recaer en quien realmente cuente con las capacidades de liderazgo y formación para captar y retener personal eficiente. En la mayoría de las acciones y ocasiones será el nexo de unión entre sus colaboradores y la autoridad máxima, por lo que sobre su puesto recae una gran responsabilidad y precisa de una buena formación. Las funciones de la Jefatura de Personal abordan todo lo que rodea al empleado y trabajador desde un prisma global, ya que no solo importa la relación laboral de sus empleados y trabajadores y la institución, sino todo lo que conforma el contexto en busca siempre, de mejores condiciones para elevar conceptos claves como la productividad, el servicio y la eficiencia en el desempeño laboral. Los empleados y trabajadores en la actualidad son el pilar básico de cualquier institución, es su principal activo para optimizar la producción y el servicio. Es crecer y consolidarse. La Jefatura de Personal hoy tiene un reto clave que es hacer que el empleado y trabajador se sienta cómodo, ya que en caso contrario bajará la calidad y mermara la producción y servicio. La Jefatura de Personal no debe solo incentivar salarialmente a sus colaboradores, sino aplicar lo que llamamos “salario emocional”: facilitar a los colaboradores beneficios no económicos que les haga sentirse cómodos dentro de la institución con la finalidad de que generen un buen clima laboral al interior y de esta manera lograr brindar un servicio de calidad y calidez a sus habitantes.