Campos Ortega Romero
En el año de 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó en su resolución N.º 836 que los países miembros, instauraran la celebración del Día del Niño y promover así la garantía de sus derechos, dejando en libertad, a los países integrantes de las Naciones Unidas, de establecer la fecha de celebración del día del niño; en nuestro país, el primero de junio de cada año está consagrado a la celebración del día universal del niño, tal como lo hacen, en diferentes fechas, con otros segmentos de la población por lo general relegados de la atención pública o social, con el fin de despertar la sensibilidad de los gobiernos y de los pueblos.
Efectivamente las miradas se vuelven hacia los niños con la realización de actos especiales, recordando los derechos de ellos, con declaraciones reales, como: “los niños no son solo el futuro son el presente del mundo”. Consideramos que el solo hecho de que un niño exista es un presente, todos los niños encarnan la promesa viva de que el mundo se puede trasformar en el futuro, en un mejor lugar. Sí, ellos son un regalo precioso que deben ser cuidados como el mayor tesoro de la humanidad, porque de esta generación dependen grandes cambios. Si los niños son el futuro del mundo, la comunidad adulta será la responsable de sembrar en ellos las semillas apropiadas de amor, respeto, educación, tolerancia y demás valores.
Defender el bienestar de los niños no sólo es importante por aquellos que sufren en la actualidad sino también porque en ellos nos estamos jugando la supervivencia y el progreso de la humanidad. ¿Hay algo más importante que eso? Se hace necesario recordar que el Día Universal del Niño no es solo para los adultos; los menores son objeto, pero también deben ser sujetos activos del trabajo para defender los derechos de los niños y niñas, puedan y deban conocer sus derechos, reflexionar y saber cómo actuar.
Los Derechos del Niño, promulgados el 20 de noviembre de 1959, son un conjunto de normas destinadas a defender y proteger las necesidades básicas de los niños. Conocer los Derechos del Niño es importante para ellos y también para los adultos.
*La Igualdad. Que se respeten los niños sin importar el color de la piel, religión, condición física o lugar de residencia. *Identidad. Todo niño tiene derecho a ser reconocido con nombre y apellido para distinguirse de los demás. *Amor. Derecho a vivir con una familia que les cuide, alimente, pero sobre todo que los amen. *Educación. Tener educación y poseer los recursos necesarios para llevar a cabo dicho proceso. *Protección. Que puedan descansar, jugar y divertirse en un ambiente sano y feliz. *Calidad de Vida. Tienen todo el derecho a recibir atención médica de calidad sin importar su estatus. *Solidaridad. Que se puedan expresar y decir lo que sienten y como se sienten, sin ser juzgados y que puedan ser escuchados. *Integración. Poder juntarse con los demás niños y niñas sin perjuicio alguno. *Denuncia. Tienen derecho a ser protegidos contra la crueldad, el abandono y la explotación. *Auxilio. Necesita ser educado y crecer en paz, tolerancia y comprensión.
Consideramos que apostar por la primera infancia es garantizar el futuro del país, ¿sabía que el presente de la primera infancia es clave para el desarrollo de los países? Quizás suena demasiado sencillo, pero si ellos son el futuro, al brindarles todas las herramientas para crecer sanos, analíticos y con buenos valores, podemos darle al mundo su mejor versión. El éxito de los adultos comienza en la primera infancia, partamos de la siguiente interrogante: ¿Qué factores inciden en el éxito de los adultos? Quizás la respuesta de muchos sea la genética, la inteligencia, los recursos económicos o la herencia familiar, en realidad consideramos que se trata principalmente de la atención integral, los aprendizajes y habilidades que desarrollan las persona en la primera infancia. El maestro Fernando Fukunaga manifiesta que: “las experiencias vividas durante los primeros años son claves para el futuro de los niños. Su éxito depende del compromiso de sus padres, un lenguaje enriquecido, el juego intencional y una buena nutrición” Los niños y niñas deben vivir experiencias enriquecedoras. “Lo que aprenden los niños durante la primera infancia es decisivo para formar el carácter conducta y la capacidad del aprendizaje en el futuro” señalando que invertir en la primera infancia es la mejor estrategia para el crecimiento económico de los países. Cuando formamos niños y niñas: analíticos, solidarios, responsables y felices, forjamos adultos creadores de empresas, generadores de empleo y líderes con grandes valores sociales. Feliz día del niño y niña, al futuro de la Patria. Así sea.