Rafael Morales: homenaje a una vida dedicada a la ciencia, la cultura y la sociedad lojana

Por José Antonio Mora

Nacido en el seno de una familia distinguida, Rafael Morales portó con orgullo el legado de su madre, la matrona Blanca Astudillo Astudillo, y de su padre, el destacado jurisconsulto Dr. Ángel Rafael Morales, quien se desempeñó como secretario general de la Universidad Nacional de Loja. La tragedia azotó a esta familia cuando en 1966, un accidente fatal en la vía Catamayo-Loja, despojó a Loja de un grupo de intelectuales y educadores. Sin embargo, esta pérdida, lejos de apagar la llama de Rafael, lo motivó a seguir adelante, honrando la memoria de su padre a través de la educación y la ciencia.

Morales demostró temprano su apetito por el conocimiento, convirtiéndose en Bachiller con especialización en Físico-Matemáticas del prestigioso Colegio Nacional Bernardo Valdivieso en 1967. Pero su sed académica no se detuvo ahí; cruzó el océano para estudiar en la Universidad de París XI Orsay, Francia, obteniendo el título de Doctor de Estado y Master en ciencias naturales.

Durante su vida, Morales acumuló un impresionante repertorio de estudios y capacitaciones, abarcando áreas desde Desarrollo Rural en Francia, Conservación De Recursos Fitogenéticos en Alemania, hasta Biotecnología y Biología Molecular en España.

Pero Morales no fue solo un académico. Forjado en los años difíciles de dictadura, se convirtió en un defensor ardiente de los marginados y olvidados. Usó la cultura como arma, participando en representaciones teatrales que criticaban las injusticias y desigualdades de la sociedad.

A lo largo de su vida, fue galardonado con múltiples reconocimientos, entre ellos, una mención de honor por parte de la Alianza Francesa de Loja y la Municipalidad de Loja en 1984, y una medalla al mérito científico otorgada por el Municipio de Loja en 2003.

Morales dejó una huella indeleble en la Universidad Nacional de Loja, desempeñándose como profesor desde 1981 y contribuyendo a la formación de innumerables jóvenes. Además, se desempeñó en puestos de alta responsabilidad como el director ejecutivo de Agrocalidad.

Con más de 30 publicaciones en revistas indexadas, Morales demostró su compromiso con la ciencia y la investigación, especialmente en áreas de biodiversidad agrícola, genética y conservación.

En sus propias palabras, Morales destacó la importancia de la universidad, la democracia y la unión. Abogó por la reconstrucción de la universidad, resaltando la necesidad de recuperar la voz y el voto, y restablecer la democracia como un ejercicio intelectual diario.

Hoy, rendimos homenaje a Rafael Morales, un lojano ejemplar que dedicó su vida a la ciencia, la cultura y la sociedad. Su legado vivirá por siempre en los corazones de todos los lojanos y en las futuras generaciones que, inspiradas por su trabajo y pasión, continuarán su misión.

Que su memoria brille eternamente y sirva de faro para las futuras generaciones de Loja.