Santiago Armijos Valdivieso

En medio de apagones por la falta de la acción gubernamental, y con la noticia de la condena de la justicia de los Estados Unidos a Carlos Pólit Faggioni, excontralor del Estado, declarado culpable de seis delitos, que van desde la conspiración para cometer lavado de activos hasta la transacción de bienes derivados de actos delictivos; el país recibe los resultados de la consulta popular y referéndum, realizados el domingo 21 de abril de 2024.

Estos arrojan el triunfo del SÍ, en nueve preguntas, relacionadas con la seguridad; y el triunfo del NO, en dos preguntas, vinculadas al trabajo por horas y el arbitraje internacional.

Como era de esperarse, quienes promocionaron una u otra tesis han tratado de adueñarse de los resultados, esgrimiendo forzadas razones, aunque siempre la realidad ubica a los desubicados.

Digo esto porque si se analiza con imparcialidad los resultados, dejando a un lado cualquier tipo de apasionamiento, es claro que el gran ganador fue el Ecuador al haberse aprobado valiosas herramientas jurídicas para enfrentar la inseguridad y la corrupción que tanto daño han causado y siguen causando en todos los rincones de la patria.

Qué bueno saber que el pueblo ecuatoriano, en notoria mayoría, aprobó la figura de la extradición pasiva para graves delitos, que rebasan nuestras fronteras, lo cual, permitirá que delincuentes, que, al cometer delitos en el exterior, puedan ser juzgados por administraciones de justicia extranjeras, muchas de las veces, más eficaces e inmunes a artimañas y leguleyadas para la impunidad, el juzgamiento del excontralor Carlos Pólit es un claro ejemplo.  

Que importante logro es haber conseguido el establecimiento de judicaturas especializadas en materia constitucional, tanto en primera como en segunda instancia, para el conocimiento de las garantías jurisdiccionales, lo cual evitará, en gran medida, resoluciones compradas, tramposas y mañosas, dictadas por cualquier juez, en turbias acciones de protección, para promover la impunidad y la corrupción como lo hemos visto en varios casos.    

Que esperanzador resulta el apoyo complementario de las Fuerzas Armadas en las funciones de la Policía Nacional para combatir el crimen organizado.

También es tranquilizador que las Fuerzas Armadas puedan realizar control de armas, municiones, explosivos y accesorios, permanentemente, en las rutas, caminos, vías y corredores autorizados para el ingreso a los centros de rehabilitación social.

No menos importante es saber que el pueblo, mediante la consulta popular, dispuso que el Estado proceda a ser el titular (propietario) de los bienes de origen ilícito o injustificado, simplificando el procedimiento de la Ley Orgánica de Extinción de Dominio. Sin duda, esto abre la real posibilidad de recuperar lo robado por tanto corrupto que ha rondado las esferas del poder.

Por todo ello, creo que el gran ganador es el Ecuador, nuestro querido país, tan urgido de enmendar el rumbo y enfrentar a la corrupción enquistada a todo nivel.  

Ahora, queda como tarea pendiente a los ecuatorianos de bien, exigir a la Asamblea Nacional el cumplimiento urgente de todos los mandatos del pueblo, expresados en esta Consulta Popular, mediante la expedición de los cambios constitucionales y legales que sean necesarios.