“Estamos entusiasmados de compartir un hallazgo raro y delicioso, de un origen diminuto y con un potencial enorme”. Esta es la frase que escogió Starbucks Coffee para presentar al mundo el CAFÉ DE LOJA, que vende en su cadena Premium Reserve. Este gigante de las cafeterías especializadas comercializa este excelente producto lojano desde el año 2019, a través de la firma colombiana Carabella, que exportó 2.500 sacos al mundo desde tierras lojanas.

También en el 2019 con gran alegría vi en la oferta de Starbukcs Paris el delicioso café lojano, a once euros la taza.
Pero ¿cómo llega el café lojano a la élite de las cafeterías globales? Pues la respuesta tiene varios momentos y varias enseñanzas:

Primer momento. Un grupo de entusiastas y soñadores caficultures se imaginaron el café lojano en las perchas del mundo. Varias personas les dijeron que sería un fracaso. La lección aquí consiste en hacer exactamente lo contrario de lo que “predicen” los fatalistas.

Segundo momento. Aprovecharon la altitud, el clima, el suelo y el entorno ideal de nuestra provincia para obtener “el mejor café del mundo”. La lección es que siempre debemos sacar provecho de las ventajas comparativas.

Tercer momento. Los caficultores no se quedaron solo con las ventajas que ofrecía el entorno. Se formaron, invirtieron, innovaron, implementaron procesos de calidad y mejora continua. La lección es que no solo es necesario ser únicos, hay que ser los mejores.

Cuarto momento. Se dieron cuenta que la asociatividad es fundamental, no se alcanza niveles de competitividad, economías de escala ni fuerza para negociar estando solos o separados. La lección es “para que hacer solos lo que se puede hacer unidos”.
Quinto momento. Investigaron el mercado global, las tendencias, la tecnología, la cultura mundial alrededor de café. La lección es: “para llevar Loja al mundo hay que traer el mundo a Loja”.

Sexto momento. Lograron insertar identidad al producto, a la marca y desarrollaron un concepto alrededor del café. La lección es: “dale siempre valor agregado a tu producto”.

Seguro se quedan en el tintero mas reflexiones sobre este brillante caso de éxito.

Me quedo con la satisfacción de pedir un café lojano en cualquier lugar y decirle a todos “éste es el mejor café del mundo”.
Finalmente comparto con ustedes una frase que leí en algún lugar: “la vida es aquello que empieza luego de una taza de café”.