Crítica es la situación que atraviesan los grupos de atención prioritaria de Loja y el país, porque aún no reciben los incentivos de su jubilación. Los afectados realizaron múltiples gestiones, incluso desde el Gobierno anterior, pero hasta la fecha no hay respuesta.

Personas con discapacidad, adultos mayores y con enfermedades catastróficas no se benefician de los incentivos jubilares, luego de laborar por varias décadas en el magisterio.

Juan Angamarca Angamarca, persona con discapacidad visual, trabajó como docente en la Unidad Educativa Luis Braille de esta ciudad. Prestó su servicio al magisterio durante 31 años. Dice que, en la provincia de Loja, más de 70 personas se encuentran en el grupo de atención prioritaria, y a nivel nacional cerca de 500, que necesitan sus fondos fruto de su trabajo.

Situación

Desde el 2019, fecha en la que se acogió a la jubilación y tras cumplir los requerimientos de Ley, no recibe su haber. La situación es más compleja porque deben comprar medicinas, cubrir gastos familiares, de arriendo, entre otros.

A cada jubilado se le deberá cancelar de acuerdo a una tabla de valores. El máximo llega a USD 53 mil, este monto puede variar dependiendo de los años de servicio. Hay personas que pertenecen a los grupos de atención prioritaria que incluso desde 2015, no pueden recibir los incentivos.

“La pandemia agudizó aún más la situación. A toda mi familia nos dio COVID-19 y tuvimos que pagar en clínicas privadas. Queremos nuestro dinero para cubrir las enfermedades”, refiere Angamarca Angamarca.

Gestiones

Las gestiones iniciaron desde hace algunos años, con viajes a Quito. Presentaron además, una Acción de Protección en los juzgados provinciales, pero tampoco se señala una fecha para la audiencia. “Hacemos un llamado para que se agiliten los trámites legales y a las autoridades para que intervengan”, concluye Juan Angamarca.

Esperar

La situación de Olivio Puchaicela Ordóñez, es la misma. Trabajó en el magisterio por 45 años, en el Colegio Vicente Anda Aguirre. Indica que él y sus compañeros pertenecen al grupo de jubilados de 2016, mayores de 70 años, también considerados prioritarios. Cumplen todos los requisitos para acceder al beneficio, tampoco tienen respuesta.

Solicita a la Coordinadora Nacional de Jubilados, Cecilia Paredes, y a las autoridades locales, la celeridad en los trámites. “A veces creen que los viejos no servimos, pero nos hemos preparado y brindado una educación eficiente”, refiere (I)

Dato
Personas de atención prioritaria, incluso quienes se jubilaron en 2015- 2016, no reciben sus incentivos.

Se realizaron marchas en la ciudad de Quito para que se atiendan los pedidos.

Adultos mayores, personas con discapacidad y enfermedades catastróficas esperan sus fondos.