César Correa

El aluvión de la quebrada de la Chorrera causó estragos en la vía antigua a Catamayo, a unos 500 metros de la urna, y en  casas del barrio Menfis, arrojando grandes cantidades de lodo cargado de troncos, arbustos, piedras sobre la calzada y los lotes ubicados al lado Norte de la carretera, llevándose íntegramente 2 casas y afectando a 4 más, destruyendo además las instalaciones de agua potable, alcantarillado y energía eléctrica. 

Inicialmente, en la noche del aluvión, varias entidades públicas se hicieron presentes para despejar la vía y evacuar a las personas que habitaban en las viviendas que recibían el impacto del torrente. Los escombros quedaron a los dos lados de la vía y dentro de los lotes afectados, y todavía están allí, porque nadie regresó a retirarlos.

Las familias que vivían en las dos casas arrasadas están alojadas provisionalmente donde sus vecinos. Los escombros están contaminados con aguas servidas, de suerte que los malos olores se perciben todo el tiempo. Los damnificados no poseen más que herramientas manuales con las que están haciendo arreglos de emergencia para restablecer los servicios de agua potable, alcantarillado y energía eléctrica, así como para reconstruir algunas paredes que se fueron al suelo.

Juan Medina manifiesta su frustración por la falta de ayuda. Necesitan con urgencia que se retiren los escombros que están sobre las alcantarillas de los dos bordes de la carretera, para que las aguas lluvias no se sigan introduciendo a los lotes. Medina también ruega que por favor se les auxilie con unas dos horas de maquinaria para limpiar los escombros que se hallan rodeando las viviendas que quedaron en pie, para así poder transitar y acabar de reconstruir los desagües internos.