En avión, el presidente,
nuevamente se marchó
y en la ONU discurseó
ante pocos asistentes.
El señor patas calientes
se ausentó y … hasta la vista!
en los lujos socialistas
más allá de una semana
a gozar de buena gana
del paseo, como artista.
A la fecha el señorito
ha viajado tantas veces
(de corrido cuatro meses)
amparado en su carguito.
Todo puede el dinerito
cuando estás de mandatario,
inventando reuniones,
que más bien son vacaciones,
a lugares primorosos,
envidiables y costosos.
Luego miente don Guillermo
en los medios extranjeros
evitando el avispero
de su pésimo gobierno.
El país es un infierno
y no aguanta un día más
porque Lasso, el incapaz
no controla ni su casa,
según él, hoy nada pasa,
mientras ríe satanás.
Y sorprende cuando dice
que el relajo es entre hampones
y los muertos por montones
no hay porqué escandalizarse.
El mayor se contradice
porque sabe plenamente
que el Estado, tristemente,
es fallido y peligroso,
indolente, vergonzoso
donde ha muerto mucha gente.
Esperamos todos juntos
que termine su mandato
y se marche en ese rato
a los patios de algún punto.
Caminamos cejijuntos,
pensativos, malogrados,
pero siempre esperanzados
en que vengan nuevos días
de abundancia, de alegrías
para el pueblo postergado.