La desdichada vida del barrio Toranuma

Parte de El Ceibal.

César Augusto Correa

La única ambición de los moradores del barrio Toranuma de la parroquia Tacamoros, cantón Sozoranga, es la de que el invierno sea bueno y que Dios los bendiga con una buena cosecha, de maíz y otros cultivos de ciclo corto, porque como no tienen riego, no pueden pensar en otra clase de productos. Toda su vida ha transcurrido así y están resignados a continuar en esas condiciones hasta la muerte.

Las casas son pequeñas, de adobe, piso de tierra, techo de teja, oscuras, por las que circulan libremente las personas, los perros, los gatos, las gallinas y en los exteriores están los chanchos. Sin agua potable, sin señales de televisión ni celular, totalmente incomunicados en invierno, cuando enferman deben salir a Cariamanga para recibir atención médica. Nunca han visto un ejemplar de Diario Crónica ni han tenido en sus manos algún otro periódico, mucho peor un libro, se contentan con haber terminado la primaria. En estos días, no tienen idea de quiénes son los candidatos a la Presidencia, unos son correístas por la gran cantidad de obras públicas realizadas en tiempos de Rafael Correa, otros están imbuidos de un profundo odio y recitan con encono las ficciones que han escuchado sobre los supuestos negociados cometidos por el expresidente. Los informes médicos indican que es generalizada la desnutrición infantil. No se puede vivir en condiciones más precarias, pero tienen miedo de que regrese Correa y ¡convierta al Ecuador en Venezuela!

¿Qué se puede hacer para que estos compatriotas, que viven en pequeñas fincas de tierras pobres y secas, mejoren sus condiciones de vida? Por sí solos es imposible que salgan de esa postración. Se requiere una fuerte intervención estatal y agresivos programas de capacitación, que nunca llegarán si el neoliberalismo perdura.

Las posibilidades que ofrece El Ceibal

Cerca de Toranuma está un abigarrado bosque de ceibos, conocido como “El Ceibal”, que ocupa varias hectáreas y ofrece un bello espectáculo, que puede atraer a un número importante de turistas y generar decenas de puestos de trabajo. Pero para ello se requiere construir una buena carretera desde la cabecera parroquial, que llegue hasta el río, donde los visitantes puedan gozar de un saludable baño; construir unas canchas deportivas, unas cabañas para reposar y alimentarse, unas baterías higiénicas. Colocar precisa señalética y preparar guías, tan buenos como Jimena Iñahuazo y Ángel Solano, que supieron conducirnos e informarnos para que aprovecháramos de la mejor manera el tiempo. 

La salvación: la represa Ceibal-Chocán

La orografía del sector presenta condiciones para construir allí una represa en el río Macará, en el límite con el Perú, que beneficiaría a los dos países. Se obtendría agua para riego y para la producción de energía eléctrica, con la formación de un embalse que sería un atractivo turístico y una fuente de alimentación por la cría de peces. El Ing. Francisco Alvarado cuenta con importante información inicial, ha expuesto el proyecto en Piura y ha encontrado una actitud favorable para su ejecución. A Luisa González se le entregó los datos básicos y se le solicitó el financiamiento para contratar los estudios definitivos. Quizá los asambleístas electos se interesen por estos proyectos. (I)