Antonio C. Maldonado V.
Como aún no existe fecha fija para la trasmisión de mando presidencial que según el Consejo Nacional Electoral (CNE,) estima que podría ser para el 15 de diciembre del año en curso si no se presentan obstáculos que la dilaten ya que sobrevienen una serie de problemas como el anunciado evento climático del fenómeno El Niño que se genera cada cierto número de años por el calentamiento del océano Pacífico, afectando a varias Repúblicas y en particular a las de nuestro país tanto en la estructura geográfica como en el orden económico que presupone la inversión de cuantiosas cantidades de dinero del Gobierno Central como de los seccionales que según anuncian ya han destinado partidas presupuestarias para atender la trágica situación que atravesaran las zonas más afectadas y las consecuencias que se derivaran para las provincias no afectadas en provisión de alimentos que faltará y tendrá que importar el Gobierno Nacional y la empresa privada. Dicho fenómeno climático es una realidad que perturbará la nueva administración gubernamental.
Los electores que dieron el triunfo al nuevo Presidente de la República, en su casi totalidad, creían que desde el día siguiente cambiaría el rumbo del país, en particular en lo relativo a la seguridad pública, el empleo, la salud y educación, más, conforme se difunde por los medios de comunicación el tema de la seguridad se ha vuelto incontrolable y más bien aumenta en todo el país tanto de parte del crimen organizado como de la delincuencia habitual criolla; también para los próximos días por auto convocatoria se llevara a efecto la reunión de las partes para fijar el salario mínimo vital que se comenzará a pagar al sector laboral tanto de los organismos gubernamentales como de las empresas privadas; así mismo el déficit de atención de salud que continua tanto de la parte gubernamental como del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS); y en educación, que se ilusionó a la juventud estudiosa no se sabe que cambios tanto estructurales como cuantitativos se pueden producir.
Como ya está aconteciendo el nuevo gobernante comenzará a nombrar los ministros y más funcionarios públicos que pondrán en práctica las resoluciones que estime convenientes, esto es, comienza la controversia interna en la agrupación política que patrocinó la elección del elegido o lo que se llama la disputa de los partidarios que se creen con derecho a beneficiarse y a examinar minuciosamente algunas personalidades a quienes considera necesario incorporarlos al gabinete por la experiencia que han tenido en la función pública pero que adolecen de haber sido beneficiarios en gobiernos anteriores en pugna con su agrupación política.
En forma similar comienzan a realizarse los llamados “amarres” entre las bancadas políticas de la Asamblea Nacional para beneficiarse de la dirección de la Principal Función del Estado, así como de las comisiones del organismo obteniendo las mayorías necesarias para satisfacer los intereses gubernamentales o a la inversa de no producirse de los opositores.
Loja, 19 de octubre de 2023.