
La suspensión de visitas desde noviembre y el hermetismo institucional en el Centro de Privación de la Libertad N° 1 de Loja, profundizan la angustia de decenas de familias, mientras crece la alarma por posibles casos de tuberculosis, otras enfermedades y un fallecimiento por esta causa.
Circunstancias
Desde noviembre, los familiares de personas privadas de la libertad (PPL) atraviesan una situación que describen como una verdadera odisea. La restricción total de visitas, que se agravó durante diciembre, ha generado un clima de incertidumbre, preocupación y desesperación ante la ausencia de información oficial sobre el estado de salud y las condiciones en las que se encuentran los internos.
Denuncian que, el anuncio de reinserción social y el fortalecimiento del vínculo familiar, en la práctica este lazo se ha visto completamente quebrado. “No sabemos si están bien, si reciben atención médica o ejecutan proyectos para su beneficio”, señaló Herminia Lasso, del cantón Catamayo.
Males
El malestar se intensificó en los últimos días tras conocerse la posible presencia de casos de tuberculosis al interior del centro penitenciario. Según relatan más familiares, quienes van hacia los exteriores de la cárcel para exigir les permitan visitarlos, existirían internos con anemia y diversas infecciones, sin que se haya emitido un informe oficial que detalle el número de afectados ni las medidas sanitarias adoptadas.
“La preocupación alcanzó el punto más crítico la semana pasada, cuando trascendió el fallecimiento de una persona privada de la libertad, presuntamente a causa de tuberculosis”, acotó Rosario Cuesta, de la provincia de El Oro.
También el lunes 15 de diciembre de 2025, hubo el reporte de otro muerto, esta vez, aparentemente por un paro cardiorrespiratorio.
Hasta el momento, no se ha brindado información clara sobre las circunstancias de los decesos, ni sobre los protocolos aplicados para evitar nuevos contagios, en caso de existir tuberculosis.
Mientras tanto, el silencio es total. Los parientes aseguran que no reciben respuestas a sus pedidos de información, ellos deben mantenerse informados por correo electrónico, único medio de comunicación o también a través de sus abogados, quienes tendrían también acceso limitado.
Diario Crónica trató de comunicarse con el director o encargado del reclusorio, pero fue infructuoso, en cambio, las autoridades del Estado, refieren que efectúan las indagaciones para confirmar o descartar la presencia de la enfermedad.(I).

