!Ahora si mis sucos, a trabajar juntitos!
El crimen y delincuencia
avanzan incontenibles,
los pillos se especializan
con métodos más temibles.
El crimen y delincuencia
avanzan incontenibles,
los pillos se especializan
con métodos más temibles.
No es que joda de adredito
ni me fije en sutilezas,
pero cuando las torpezas
son visibles, me encabrito.
Continúa leyendo «¡Macha visita del ministro de Transporte y Obras Públicas!»Efrén Sarango Palacios
Tolerar es cosa rara,
es termómetro casual
para el alma y su moral
y que ceños acapara.
Continúa leyendo «Nos falta empatía»Efrén Sarango Palacios
Los reclamos van y vienen
desde el Carchi al Macará,
… y la plata dónde está?
ellos dicen que no tienen.
¿Y los préstamos cuantiosos
del Fundillo Monetario?
se pregunta don Hilario
y otros primos revoltosos.
Continúa leyendo «¿… y la platita de los préstamos?»Efrén Sarango Palacios
Por temor al miedo
se estrangula el tiempo
en los laberintos
de sus propios mundos.
Continúa leyendo «Ansiedades»Efrén Sarango Palacios
Mi comadre Pauta Rosa
ya me cansa con su adagio,
que si tengo tres sufragios
de seguro tengo moza.
Continúa leyendo «A propósito de la campaña adelantada»Efrén Sarango Palacios
San Francisco Javier
el patrono de la escuela,
con paciencia y gran saber
en el mundo dejó estela.
Continúa leyendo «A San Francisco Javier»Efrén Sarango Palacios
Yo les presto dolaritos
al instante, sin garantes,
en contante y en sonante
mis creyentes lojanitos.
Haga pronto el empréstito
desde miles a millones,
…lleve, lleve por montones,
… lleve, lleve facilito.
Continúa leyendo «Los llamados chulqueros«Efrén Sarango Palacios
Yo no puedo jubilarme;
Solamente renunciar,
Con un monto de a llorar
Que pretende estrangularme.
Ayayay, ya no hay platita
Como antaño, don Vicente,
Se esfumo tan de repente
Por la crisis re maldita.
Continúa leyendo «Es mejor renunciar con 30 y 60«Efrén Sarango Palacios
Con la luz de madrugada
se sublima este dolor,
con las huellas repentinas
Que dibuja tanto amor.
la hondonada se retuerce
sin la mano bondadosa,
al final de tu silencio
en la falda dadivosa.
Continúa leyendo «A mi sombra«