No es que joda de adredito
ni me fije en sutilezas,
pero cuando las torpezas
son visibles, me encabrito.
Vino ayer un ministrito
de transporte y carreteras
a decirnos tres tonteras
y a agarrarnos de pendejos
con el mismo cuento viejo
que no hay plata en la chauchera.
¡Lindo chiste! el señorito
se ha venido solamente
a pasearse muy sonriente
y a decir: no hay dinerito.
Yo les dije mis bonitos
que el gobierno de don Lasso
es del tiro, es un fracaso
sin las obras importantes
para pueblos tan distantes
y que al man le importa un pito.
Bla, bla, bla, la misma lata,
je, je, je la misma vaina,
me arremango las polainas
y me embarro hasta las patas.
Las miradas mojigatas
de las “dizque” autoridades
de estas lánguidas ciudades
son la muestra más palmaria
de posturas tan falsarias
en los verdes saucedales.
No hay quien diga o haga nada
y reclame voz en cuello
denunciando el atropello
con visitas de a patada.
Y la misma pendejada
recorriendo el Eje vial
que requiere un dineral
a partir de Bellavista
…me perdonan que yo insista
que este tramo es infernal.
Cuatro puentes, algo mismo,
para más seguridad;
pero hablar de vialidad
es llorar sin optimismo.
Es tan solo cruel lirismo
cuatro vías o carriles
a la Toma … ¿somos giles?
sí han pasado muchos años,
las ofertas son engaños
como cuentos infantiles.