Efrén Sarango Palacios
Mi comadre Pauta Rosa
ya me cansa con su adagio,
que si tengo tres sufragios
de seguro tengo moza.
¡Qué comadre más chistosa!
en lugar de motivarme
se ha propuesto desarmarme
y bajarme la moral
con su método infernal
que prefiero suicidarme.
Es verdad que mi campaña
es tan pobre, del desmadre,
sin un perro que me ladre
y más flaca que una araña.
Ni siquiera me acompaña
el más fiel de mis amigos
por la pena y desobligo
que le causa mis discursos,
tan simplón y sin recursos
literarios de testigos.
A lo mucho sumo nueve
pelagatos de Yangana
cuando voy de caravana
y ninguno cuando llueve.
Mi gallada no se mueve
cuando falta el aguardiente,
aunque saben claramente
que mis fondos son del tiro,
que hace rato paso chiro
rema y rema astutamente.
Los escasos dolarillos
que financian mi campaña
los saqué moliendo caña
de una chacra en Infiernillos.
Ni siquiera cigarrillos
he comprado hasta el momento
para darles a los lentos
que ovacionan tanta lata
de mi absurda perorata
que la suelto a cuatro vientos.
Los carteles son de agache
y obtenidos al momento
empeñando mi jumento
… eso sí, en el Cambalache.
Mi compadre Luis Remache
que es pintor de brocha gorda
con su esposa vieja y sorda
me pintaron tres murales
en los sitios principales
donde el pueblo se desborda.