Augusto Costa Zabaleta

Filosofía, ciencia que trata de la esencia, propiedades, causas y efectos de las cosas naturales; fortaleza o serenidad de ánimo para comprender, dilucidar y vivir las vicisitudes que emanan del mundo; por estas razones supremas, los filósofos aseveran como lema fundamental: “nada surge por generación espontánea”, con lo que se explica con veracidad el pensamiento de Sócrates, Platón y Aristóteles, precursores del esplendor clásico de la cultura, tres mentes, espíritus, temperamentos y caracteres bien definidos, con doctrinas diferentes, pero fundamentales piedras angulares del excelso monumento filosófico clásico

Aristóteles, el gran filósofo que implanta el realismo, que como ningún otro ha obtenido y determinado en gran raudal, la marcha de la filosofía y de las ciencias occidentales; alumno de Platón pero que patentiza su auto concepción de ideas, cuando expresa: “Platón es mi amigo, pero más amiga es la verdad”, y así surgieron las innovaciones y alternativas de su cultura y pensamiento reflejado y plasmado en sus dos selectas obras que con más rigor, perduran para la posteridad: “La metafísica” y “Las categorías”, que sintetizan la observación del mundo; el germen de un deseo del ser humano en buscas de respuestas del conocimiento científico, en los ámbitos de la metafísica, de la lógica, filosofía

natural, ética y política. Aristóteles es un filósofo más pragmático, práctico y naturalista; observador de la naturaleza por excelencia; creador de la zoología y biología; fenómenos climáticos, del movimiento del planeta y el universo, ciencia a la que se llamaría metafísica; precursor de la reflexión moral humana y de la organización social. El lema de su realismo, “El hombre desea saber “, y por ello se pregunta, ¿el porqué de las cosas?, con el exclusivo objetivo de conocer la auténtica sabiduría mediante la ciencia; de las causas y los efectos; ¿Qué es el ser y cuál es la esencia de este?; aclara Aristóteles el ser es la substancia, la esencia que existe real y lógicamente. (O).