Establecimientos son adaptados por docentes y padres de familia

Un total de 1121 unidades educativas públicas y privadas de la provincia lucían vacías e inertes desde hace más de un año, pero desde hace tres días 185 volvieron a tener la presencia de estudiantes. Denuncian que algunos establecimientos pese a estar autorizados tienen que ser adecuados.

Circunstancias

Las entidades que tienen el Plan Institucional de Continuidad Educativa (PICE) realizan mingas con los padres de familia para dejar expedito los establecimientos cuando les autoricen volver a clases presenciales, sin embargo, estar un año alejados todos o en su mayoría, las escuelas y colegios no estaban en buenas condiciones, mientras tanto los estudiantes intentan seguir el ritmo de la virtualidad en medio de las dificultades para acceder a internet y dispositivos tecnológicos, con problemas que aún no se han superado.

Gabriel R. J., docente de una entidad educativa de la localidad que pidió la reserva de su nombre para evitar represalias, indicó que el establecimiento tiene el PICE aprobado y pueden regresar a las aulas, pero cuestionó que no cuentan con ningún material sanitario para desinfección de los establecimientos y tampoco hay recursos de la zona de Educación.

Por ende, con brocha y escoba en mano arreglan los diferentes espacios para el regreso paulatino a clases como paredes, sillas, colocación de alcohol y demás, “incluso pusimos dinero de nuestros bolsillos para que haya todas las medidas de bioseguridad”, agregó.

Recursos

En cambio, la coordinadora Zonal 7 de Educación, Magda Salazar González, indicó que en las instituciones educativas que no tienen aprobado el Plan Institucional de Continuidad Educativa (PICE) se realiza un mantenimiento básico de limpieza y seguridad. Cuando se requiere una intervención mayor se procede a ejecutar trabajos especialmente en baterías sanitarias que son prioritarias para garantizar un retorno seguro en el futuro.

Además, se ha recibido el aporte de los Gobiernos Municipales para el mejoramiento de la infraestructura mediante la firma de convenios. El año anterior, la inversión de los Municipios sumó alrededor de USD 5 millones. A esto se suma el aporte de la comunidad educativa a través de mingas.

En la provincia son alrededor de 1121 instituciones educativas, de las cuales 185 tienen el PICE aprobado para el retorno semipresencial.

En ese sentido, uno de los requisitos principales para la autorización del retorno semipresencial, voluntario y progresivo a las aulas, es que la infraestructura, especialmente las baterías sanitarias, se encuentre en estado funcional y operativa.

Si una institución educativa solicita aprobación del PICE y no cumple con estas condiciones, el pedido se mantiene pendiente hasta que se subsanen las dificultades de infraestructura. De la misma manera, si el plantel ya tiene autorización de retorno, pero que debido a la etapa invernal o alguna otra eventualidad presenta deterioro en su infraestructura, la autorización de retorno se suspende hasta que se solventen las dificultades presentadas.

“En Loja, hasta el momento se desarrolla con normalidad el retorno presencial, salvo pequeños inconvenientes que están siendo solucionados”, afirmó.(I).