Archivos: memoria histórica de los pueblos

El 9 de junio se celebra el Día Internacional de los Archivos, por resolución de la ONU (2008). Los archivos, conformados por múltiples documentos, representan la “memoria del mundo” y gracias al singular esfuerzo de conservación y sistematización realizado por hombres y mujeres visionarios, permiten conocer nuestra historia y desarrollo cognitivo e interpretar con mayor objetividad la cultura e identidad de los pueblos.

La Biblioteca de Alejandría, uno de los mayores centros de difusión del conocimiento en la Antigüedad, instituido en el siglo III a. C. (período helenístico del Antiguo Egipto, época ptolomeica), formaba parte del Museion, dedicado a las musas, las nueve diosas de las artes, y en honor a ellas a la investigación. Estaba integrada por gran número de rollos de papiro de tipo literario, académico y religioso. El fondo de la biblioteca creció tanto durante Ptolomeo III , que fue necesario añadir el Serapeum. Este privilegiado espacio artificial contribuyó al desarrollo de Alejandría, convertida en ciudad digna sucesora de Atenas como un centro promotor de la cultura griega. Acogió a eruditos importantes como Zenódoto de Éfeso, Calímaco, Apolonio de Rodas, Eratóstenes de Cirene, Aristófanes de Bizancio, Aristarco de Samotracia, Arquímedes , Euclides, Hipatia… Durante siglos constituyó un destacado centro de actividad intelectual, cuyo legado llegó casi sin cambios hasta el Renacimiento… Aún se admira la estructura física y distributiva del amplio espacio que ocupó: salas para alojar documentos y de lectura, reuniones, alojamiento, restaurantes, bodegas…; espacios para paseos y alamedas, además de observatorio astronómico, jardín botánico y zoológico… Un mágico lugar antecesor de los modernos campus universitarios, desgraciadamente destruido por dos incendios, aunque no bien documentados: uno atribuido a Julio César (48 a.C.) y el otro al califa Omar (642 d.C.)

La moderna biblioteca de Alejandría ocupa cuatro hectáreas y se inauguró el 16 de octubre de 2002. Alberga ocho millones de volúmenes, un centro de conferencias, seis bibliotecas especializadas, cuatro museos, galerías de arte para exposiciones, un planetario, un laboratorio de restauración de manuscritos y la Escuela Internacional de Ciencias de la Información que forma profesionales en conservación, ordenamiento y difusión de archivos y otros insumos culturales.

En Ecuador, el primer Archivo Histórico Nacional, situado en Quito, fue creado en 1884 (presidencia de José María Placido Caamaño). Una réplica de éste, sostenido hoy por el Ministerio de Cultura y Patrimonio, se ubica en Guayaquil, Cuenca, Ibarra, Esmeraldas, Portoviejo y Riobamba. Y en la ciudad de Loja, desde el 22 de febrero de 2013, funciona el Archivo Histórico Municipal de Loja (AHML), que destaca entre los demás porque detenta unos 200.000 documentos ordenados y en proceso de sistematización: de la Gobernación, Municipio y particulares. Y administra fuentes bibliográficas de los siglos XV al XIX (345 libros de los agustinos y jesuitas), una mapoteca, fototeca y planimetría de la ciudad. Además, ha realizado tres congresos de Historia, 19 exposiciones y casas abiertas, dictado 37 talleres y publicado seis libros. De tal manera que el espacio físico que ocupa en el actual Centro de Convenciones Municipal San Juan de Dios, en breve resultará estrecho. Por eso está gestionando, a la par que el cambio de denominación a Centro de la Memoria Histórica de Loja (que incluya a la biblioteca municipal y otras bibliotecas, hemerotecas, testimonios orales, etc.), un espacio suficientemente amplio para proyectar el nuevo y moderno edificio del CMHL, que emule en algo a la histórica y espléndida “Biblioteca de Alejandría”.