La historia constituye la parte viva de nuestra razón de ser como pueblo, como nacionalidad, por desgracia, no sabemos por qué motivos la historiografía oficial, se olvida de contar hechos sucedidos en nuestra formación como nación. Así la República no soluciona nada. El látigo y la bala del colonizador se democratizan y cae con igual furor y servicia sobre las mismas espaldas. Por ello en la Costa se forman las primaras montoneras, en Taura los montoneros Franco y Zudea, en Vinces, el coronel Monteros y Osses, y en Daule el capitán Noriega, sufren trabajos forzados. Son los adelantados de Alfaro.
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