La búsqueda de la inmortalidad

Por: Lcdo. Augusto Costa Zabaleta

La búsqueda de la vida eterna es uno de los aspectos más antiguos, controversiales y anhelados de la literatura humana; se remonta a la Epopeya Gilgamesh, escrita hace casi cinco mil años que es el poema que narra las hazañas de un guerrero sumerio que vive muchas aventuras.

La humanidad siempre y con vehemencia ha estado obsesionada con la inmortalidad desde siempre; durante gran parte de la historia de la humanidad, muchos niños morían al nacer, y los afortunados que sobrevivían lo hacían en los medios más hostiles; las epidemias se propagaban; el saneamiento tal como hoy, no existía; los hospitales, si es que existían, eran sitios donde los pobres iban a morir, barracones donde amontonas a los pacientes pobres e indigentes.

En el año 1900, la esperanza de vida oficial en Estados Unidos era de 49 años, pero dos revoluciones añadieron décadas a esa cifra, mejoraron los saneamientos, con aguas limpias y eliminación de residuos, lo que contribuyó a eliminar algunas de las peores epidemias, y la esperanza de vida aumento 15 años más.

Ahora, puede la ciencia moderna acaso desentrañar los secretos del proceso de envejecimiento, retardándolo, e incluso deteniendo el reloj y aumentar la esperanza de vida casi ilimitado; en los últimos tiempos, los científicos han develado algunos de los más oscuros secretos del proceso envejecimiento, contamos con unas cuantas teorías fiables y comprobables prometedoras y que versan sobre la restricción calórica, la telomerasa y los genes de la edad.

De las teorías enunciadas, una sola ha demostrado que puede y es factible prolongar la vida en los animales, en unos casos duplicar su duración y es la restricción calórica que consisten en reducir drásticamente la ingesta de calorías en la dieta de los animales; por término medio, los animales que ingieren un 30% menos de calorías viven un 30% más, caso patético de los animales que viven en la naturaleza y su estado casi inanición.

Hace muy poco se ha aislado un prometedor compuesto químico llamado resveratrol, que se encuentra en el vino tinto, que ayuda a activar la molécula de la sirtuina, que retarda el proceso de oxidación, uno de los principales factores del envejecimiento y consiguientemente los daños moleculares relacionados con la edad; otra pista de las causas del envejecimiento podría estar en la telomerasa que ayuda a regular nuestro reloj biológico y que se relaciona con la división de una célula.

Elizabeth Blackburn, ganadora del premio Nobel expresa que: “Todo indica, incluida la genética, que existe alguna causalidad entre los telómeros, y las cosas que ocurren al envejecer, así como la relación y conexión directa entre el acortamiento de los telómeros y ciertas enfermedad”; otra posibilidad para derrotar al envejecimiento es la manipulación genética, en razón de que nuestro envejecimiento está muy influido por nuestros genes, de este modo, si el envejecimiento esta al menos en parte gobernado por los genes, la clave está en analizar los genes que los controlan, y hay varios caminos para hacerlo, uno de los más prometedores consiste en analizar los genes de personas más jóvenes y luego compararlas con las personas mayores, y mediante un análisis de los dos conjuntos con un ordenador, se puede localizar los daños genéticos.