El alcalde y los 11 concejales llevan más de 2 años en funciones. Juristas lojanos señalan que la rivalidad de las autoridades es más por intereses políticos que por ayudar a los habitantes, quienes los llevaron a ocupar esas dignidades.

Cálculos

El jurista Jorge Ochoa Astudillo indicó que en el Municipio de Loja se evidencia una pugna de poderes entre el alcalde y el Cabildo. “El burgomaestre ha estado poco activo en su gestión durante más de 2 años; y, el Concejo con un silencio aupador, lo que lleva a que el conflicto por el bien del pueblo sea más por intereses políticos, personales o cálculos electorales para una futura reelección”.

La confrontación termina incidiendo en el desarrollo del cantón por la falta de políticas públicas que beneficien a la parte urbana y rural.

“La ciudadanía debe considerar lo que está pasando con las actuales autoridades y tener en cuenta que el próximo proceso electoral, en la práctica ya está a la vuelta de la esquina, porque en menos de 8 meses empiezan a ventilarse candidatos”.

Indicó que lo recomendable para el bien de Loja es revisar el plan de trabajo que los llevó a ser electos y luego ejecutarlos, por ejemplo, “realizar o aplicar las Ordenanzas para que den mayor seguridad a los comerciantes y los consumidores, un caso puntual es el caos del comercio informal y nadie controla eso”, dijo el profesional del derecho.

Abandono

Iván Roldán Rogel, abogado en libre ejercicio, expresó que la rivalidad del alcalde con los ediles no es por trabajar por la ciudad y sus parroquias ya que no hay mayor inversión pública en las obras que manifestaron en sus planes de trabajo y no han establecido un plan de desarrollo cantonal. “Lo que se nota es un interés por controlar ciertos sectores de la administración municipal para fines y propósitos personales como las áreas de transporte y aprobación de planos”.

También en la actualidad los divide el propósito de ser alcaldes para el próximo período electoral, es decir, “por un lado está el económico y por el otro lo político, pero no se dan cuenta que estos objetivos no benefician a la comunidad, pero trae consigo mayores impuestos y aplicación de ordenanzas sin estudios. Loja pasó a ser de las 217 ciudades emblemáticas a una del abandono total”, agregó Roldán Rogel.

El ciudadano Luis Camacho dijo que “las autoridades electas no hacen algo por Loja, si caminamos por las periferias está totalmente descuidadas, huecos por doquier, cero alcantarillado y otros servicios básicos”. Espera que los ediles y el alcalde respeten sus competencias y se dediquen a trabajar por el bien del cantón.(I).