Ya lo vieron mis bonitos,
ya supieron la verdad
con total inequidad
nos negaron el sueldito.
Nos negó dicho incremento
el señor zapatos rojos,
hoy lloramos por los ojos,
ante digno monumento.
Hoy andamos medio tristes
los maestros de maestros,
invocando a los ancestros
en la calle lanza en ristre.
Qué pedrada en la esperanza
de los dignos profesores,
que agigantan sus dolores
porque el sueldo ya no alcanza.
¡Qué bonita pendejada!
digo yo, dice la gente
nos burlaron tan de frente
como quien no dice nada.
Dijo, NO, don Guillermino,
dijo NO, a boca suelta
aupando la revuelta
que se viene en el camino.
Cómo mismo reclamamos…
me pregunto medio ardido,
medio bravo, confundido
con el veto que escuchamos.
Ayayay, zapatos rojos,
nos mentiste nuevamente, ,
mientras tú dices sonriente
“cuestan caro esos antojos”
Doce añotes han pasado,
con el sueldo lastimero.
con el sueldo congelado
que es del tiro, que es austero.
Mientras tanto don Guillermo
da la espalda al magisterio,
y la patria es campo yermo
entre dudas y misterios.