El trabajo nos compete
a toditos, ciudadanos
desde el peque hasta el anciano,
desde el pobre al de billete.
Por lo tanto señoritos
a cuidar el medioambiente
protegiendo diariamente
nuestra tierra formalitos.
Es asunto de cultura
yo lo digo muy sincero
sin botar a los esteros
y a los ríos la basura.
No podemos ser tan lentos
y ensuciar las avenidas
y otras calles concurridas,
plazoletas y conventos.
Si queremos un planeta
reluciente sin basura
no lancemos con soltura
los insumos de bragueta.
Nuestros hijos, nuestros nietos
se merecen con nobleza
grandes dosis de limpieza
a manera de respeto.
Protejamos nuestras playas
de la acción contaminante,
de las formas degradantes
que se pasan de la raya.
No escupamos en el piso
ni tiremos envolturas
que nos pasan la factura
los microbios enfermizos.
Protejamos los océanos,
las montañas y los mares,
los lugares naturales
en alianza como hermanos.
Al final de las jornadas
de limpieza gana el mundo
que se trenza furibundo
contra poses desaseadas.
El trabajo nos compete
a toditos, ciudadanos
desde el peque hasta el anciano,
desde el pobre al de billete.
Por lo tanto señoritos
a cuidar el medioambiente
protegiendo diariamente
nuestra tierra formalitos.