Desde la actual realidad, en siglo XXI, ¿cómo vemos la vida de Jesús de Nazaret? Unos la verán como “Rey de reyes”, otros lo sentirán en “el pan y el vino”, otras personas lo encontrarán en la suntuosidad de las catedrales o en las manifestaciones del arte; algunas gentes lo considerarán amigo de vida, pocas personas lo imaginarán como hermano de búsquedas y caminares.
El caso es que tenemos solamente la visión de Jesús como Dios, olvidando que, en Navidad, se hizo hombre para compartir nuestra vida, en los triunfos y en los fracasos, en las alegrías y en las tristezas. Se hizo ser humano para compartir nuestros caminares.
Les compartimos la reflexión de Wenceslao Moro, sobre el tema que estamos reflexionado, lo hacemos con todo cariño y respeto para nuestros lectores:
Hoy celebramos el cumple de Jesús, un compañero, de origen judío, carpintero, revolucionario, nacido en Palestina.
“Su vieja embarazada del gremio textil, y su viejo del sindicato de madera tuvieron que rajar de su pueblo, porque los buscaba la yuta.
El pibe se movía entre los sin techo, sin tierra y sin trabajo, y aprendió de ellos y ellas como se organizaban para multiplicar el pan en la mesa y que no haya naides que rasque la olla. En el taller de su viejo descubrió la conciencia de clase.
Ya de joven anduvo en mil kilombos, rajó a los capitalistas del templo, boqueo a los chupa cirios, repartió el pan y la birra y combatió la violencia de género.
Con 12 compañeros del conurbano de Jerusalén armó una organización de base que se multiplicó conformando un frente popular. Esa orga se pudo sostener gracias al trabajo social que hacían las compañeras de la organización con María a la cabeza.
Hizo movilizaciones masivas, piquetes y construyó poder popular.
Para completar lo metieron en cana, lo torturaron, y el poder político-militar-judicial-religioso lo condenó a muerte.
A la final lo verduguearon, lo clavaron a unas maderas y lo chucearon los milicos del imperio para mandarlo al otro barrio, del que no se vuelve físicamente.
Sin embargo, dicen que lo volvieron a ver unos días después en una ranchada compartiendo el pan y el vino.
Hoy, 2 mil años más tarde, Juana junto con otros cumpas, dicen que anda con ganas de parecerse más al barbudo y están desarrollando una organización de base que lucha por Tierra, Techo y Trabajo.
Dios dirá o mejor dicho el Pueblo batirá la justa.”
Que el espíritu de Navidad nos acompañe y proteja en el 2021!