Para quienes, como yo, hemos tenido una vida con algunas adversidades difíciles de superar por completo, y nacimos en un entorno complicado a nivel político, social y cultural. Con una América Latina plagada de terribles dictaduras, que sembraban muerte, una pobreza inmensa, una deuda externa que parecía y aún parece eterna. En ese desconsolador panorama, con una tecnología muy incipiente, al menos en nuestra ciudad, en la que aparte del canal local que hacía todos los esfuerzos a su alcance para brindar una programación decente a sus escasos televidentes, había llegado recién a fines de 1974, si mi memoria no me traiciona, la señal de un canal nacional canal 10 de Guayaquil, como le decíamos. Esto, sin duda incrementó la venta de televisores en Loja, en mi casa, por fortuna, fuimos de los primeros en tener un televisor en el barrio, como luego fuimos de los últimos en contar con una computadora, parte de los altibajos de la vida, de los que nadie estamos exentos.
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