Debate presidencial 2021

A propósito de la realización del Debate Presidencial 2021, con carácter de obligatorio organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en cumplimiento con el artículo 202.2 del Código de la Democracia, los días 16 y 17 del presente mes y año, con la participación de todos los candidatos aspirantes a ocupar el Solio Presidencial, constituyó escenario propicio, para conocer las propuestas políticas de los candidatos a la Presidencia de nuestro país. Nos recuerda el inicio de la campaña de los partidos políticos, y con ello las acusaciones: “dimes y diretes”, junto a la demagogia que reedita los “vicios del pasado” ante la oferta del oro y del moro cual baratillo de falsas ilusiones, que constituyen la plataforma de sus campañas, claro está, adicionando la calumnia, el insulto y la crítica fácil de los partidos tradicionales y “nuevos”, despojándola a la política de sus innumerables matices, para convertirla en falsa y negativa. Acciones que desorientan al electorado; y, éste termina alejándose de ella, para declararse en personas apolíticas. Sentimos vergüenza ajena ver a candidatos reclamando en nombre de todos los ecuatorianos, afirmando que se atenta contra la libertad de las personas. Siendo los mismos que dicen apoyar a los emprendimientos pero a la vez rechazan medidas que protegen el empleo nacional. La falta de visión regional y del país los delata en sus intenciones de querer imponer nuevamente el neoliberalismo en el Ecuador.

Consideramos que se hace necesario algunas reflexiones en torno a los acontecimientos políticos e históricos, sucedidos en nuestra historia. “Las sociedades reales -dice el filósofo Miró Quezada- han estado siempre divididas en dos grupos: un grupo minoritario que se ha considerado así mismo como la encarnación suprema del valor y la dignidad, y el otro mayoritario considerado por el primero como inferior, cuyo valor ha sido minimizado y hasta negado. El grupo dominante que ejerce el poder y que es pequeño; y el grupo inmenso de la mayoría, que es dominado y explotado. El grupo pequeño (la burguesía, la banca, empresarios trasnacionales) que mantiene las tradiciones y privilegios, y el que lucha en nombre de sus derechos y la justicia (el pueblo)”. Así es la verdad ecuatoriana: una lucha entre el pasado y el porvenir, entre los que retienen los privilegios y los que proponen, en lucha desigual, acabar con esas formas de explotación. Y todo esto para salvaguardar el orden y la paz en el interior del Estado, gracias a la política.

Mucho ruido político constituyó el Debate Presidencial 2021, no se escuchó hablar de reformas políticas e institucionales las propuestas de centro derecha y centro izquierda no se diferencian mucho entre ellas. La exigencia del pueblo es y desea escuchar un mayor debate, no pugnas no mas dimes y diretes que son irrelevantes en el proceso y propuestas concretas sobre los temas realmente notables, que tengan que ver con la economía, la educación, la cultura la salud y también políticos. El país ha pasado por una serie de esfuerzos y logros que si bien hay una serie de cosas que mejorar, tenemos que consolidar esos logros que ha tenido el país y todos los ecuatorianos. Para cumplir estas metas y objetivos se necesita de todo el esfuerzo y valor de los ecuatorianos, ello se logrará acudiendo a las urnas a depositar su voto de una manera consciente que responda a sus aspiraciones y logros señalados.

Recordamos que un buen político es transparente en el manejo de la cosa pública, ilustra sobre el estado de la economía, las finanzas, deuda interna y externa, déficit fiscal, balance comercial, exportaciones e importaciones, y si hay dificultades económicas, da ejemplo de austeridad en el uso de los recursos, empezando por el Gobierno, bajando el salario a funcionarios públicos y reduciendo al mínimo las prebendas. Un político sincero y honesto no le miente a su pueblo ni a su gente, habla con la verdad, sobre las posibilidades de solución a los problemas generales y particulares en materia económica, empleo, salario, vivienda, salud, educación. Por ello consideramos que su voto es importante en la lid electoral. Así sea.