Unidad Educativa Padre Julián Lorente

Julián Lorente, sacerdote (1918-2015), en su profundo deseo de ser misionero en América, deja familia, amigos de su natal Toledo (España) en 1952, y llega primeramente a Nicaragua y luego a Ecuador, en su caminar por estos países destacó su vocación sacerdotal por su palabra elocuente, sencilla y sabia para conmover y transformar las vidas de su fieles y dada su preparación profesional en farmacia, destaca su servicio social a los más pobres al fundar comedores para niños pobres, escuelas, construye Iglesias, dispensarios médicos; sus obras son el reflejo de un Cristo vivo en el rostro de los más pobres.

Loja fue la ciudad que le robó su corazón y aparte de servirla como sacerdote misionero en la parroquia El Pedestal no descuidó su acción pastoral social en favor de “los Cristos pobres de la tierra” a quienes acogía con cariño y servía con humildad. Su obra plasmada en nuestra ciudad con Cooperativa de Vivienda “Virgen del Pedestal” y Escuela “Virgen del Pedestal” (1963), “Cooperativa de Ahorro y Crédito “P. Julián Lorente” en octubre de 1.966, Emisora “Luz y Vida”, en octubre de 1.967. Obras que sin duda son medios de evangelización y son el testimonio fehaciente de su mística de trabajo en favor de los preferidos del evangelio, los más pobres.

De la escuela “Virgen del Pedestal” bajo la tutela del Padre Lorente, el apoyo de la comunidad de Redentoristas y el pago de un docente por parte del municipio, con el correr de los años, la institución educativa, con el reconocimiento del Ministerio de Educación va tomando distintos nombres, hasta que, en enero del 2019, mediante resolución Nro. 01-2019- 11D01- Loja- toma el nombre de Unidad Educativa “Padre Julián Lorente”, perteneciente al distrito Loja, reconociendo así la labor de su y fundador y preclaro sacerdote, cuyos restos mortales reposan en Loja

Desde su creación en 1963 como escuela particular religiosa, luego municipal y hoy de sostenimiento público, la comunidad educativa siempre ha orientado a sus estudiantes en el conocimiento acompañados de una formación en valores, heredados de la mística y visión lorentiana y complementada con una profunda vocación de servicio de sus docentes, quienes, aparte de ser grandes profesionales son grandes seres humanos que han consagrado su ser a los niños, niñas y adolescentes.

Desde marzo de 2019, en el marco de la emergencia de salud y de las disposiciones y regulaciones ministeriales el esfuerzo de los directivos, sus 37 docentes y el personal de apoyo ha desplegado toda su energía y convicción docente, primero por una capacitación y aplicación de un nuevo modelo educativo que se apoya en la tecnología y en la familia para acompañar la vida y el aprendizaje de los estudiantes. Sin miedos los docentes y sus directivos han mantenido viva la llama del saber, cuando ha sido necesario han acudido al centro educativo y a los hogares para atender a quienes carecen de conectividad. La solidaridad ha estado presente con las familias que se quedaron sin trabajo, perdieron a sus familiares o bienes, demostrando que pareces y ser van de la mano.

Finalmente, manifiesto que la Unidad Educativa abriga la esperanza de que su infraestructura física y tecnológica mejore sustancialmente en bien de los 650 estudiantes que, actualmente están matriculados y sobre todo de quienes golpean las puertas y con insistencia buscan un espacio, pues en los últimos años, el crecimiento es sostenido.
Gratitud a su fundador y los padres y madres de familia que creen y confían.