El 5 de junio de 1895 marcó una clara división de etapas en la historia de la lucha de clases en el Ecuador, pues llegó a su fin la hegemonía de los señores feudales y llegó el comienzo del dominio de la burguesía, acontecimiento en el que la producción y exportación de cacao del siglo XIX jugó un rol fundamental.
La clase de los señores feudales surgió en nuestro territorio como una estructura importada, traída por los españoles en el siglo XVI y que predominó durante 4 siglos. Se sostuvo en base a la explotación agropecuaria con trabajo servil de los indígenas y esclavo de los negros. El sistema se desarrolló en la Sierra, territorio con clima al que estaban adaptados los indígenas. Las llamadas “Guerras de la Independencia” que se produjeron a principios del siglo XIX fueron enfrentamientos por la hegemonía entre dos fracciones de los señores feudales, los españoles y los criollos, que culminaron con la expulsión de los ibéricos. Para entonces la Costa constituía un extenso territorio despoblado y cubierto de bosque virgen. Creada la República del Ecuador el Estado nació bajo el control de los señores feudales, aunque en las primeras décadas contaron con una débil oposición de la naciente burguesía guayaquileña.
Pero desde comienzos del siglo XIX la producción y exportación de cacao se convirtió en un jugoso negocio que creció aceleradamente a todos sus años, generando cambios radicales de toda índole en la Costa y luego en el Ecuador entero. Todo el cacao que se producía se vencía y a mejor precio, de suerte que a diario se incrementaba el número de personas que se decidían a talar los bosques primarios de la Costa, para transformarse pronto en prósperos finqueros y exportadores del producto. Con las divisas que arrojaba dicha exportación, los costeños compraban productos de la naciente industria europea y los traían a Guayaquil, para distribuirlos a todo el país, lo que les dejaba otras millonarias ganancias y un poder económico cada vez más vigoroso, a la vez que el puerto ganaba importancia.
Los señores feudales se aprovecharon de la coyuntura para enriquecerse mediante la creación de impuestos, especialmente a la exportación e importación de mercaderías, que se recaudaban en el Puerto, con mecanismos burocráticos que recortaban las utilidades de los grandes comerciantes y les hacían perder tiempo. Allí nace la oposición de la burguesía a la creación de impuestos, que la sentían como una abusiva exacción, de la que llegaron a convencerse que solo se librarían si les arrebatan el gobierno a los hacendados serranos. Este conflicto de carácter económico se extendió a todos los campos dando lugar a una lucha a muerte entre los señores feudales de la Sierra (clase en la que estaba incluida la jerarquía eclesiástica) y la burguesía costeña. Allí tienen ustedes la explicación del regionalismo. El 5 de junio de 1895, hace 126 años, sucedió lo que tarde o temprano tenía que suceder, la guerra se definió a favor de las fuerzas en ascenso y en contra de las fuerzas en decadencia.