Cuando el pan sale del horno, tiene un olor inconfundible a pan calentito, apetecible, bondadoso, listo para calmar el hambre de los consumidores, que por estos lares no viven sin consumir pan amoroso.
Así, hay cosas como el pan recién salido del horno, que son mejores antes que se enfrían. Por esto, cuando algo que creo está aún calentito, comparto, segura de que será mejor apreciado por su calidad de pan caliente.
Acá comparto algunas cosas recién salidas del horno, por ejemplo, conozco un señor que es panadero, el cual, tiene una política comercial maravillosa, todo el pan que no ha salido en la venta del día, y que ya no es pan caliente, lo coloca en combos que acomoda gentilmente, para entregarlo a personas necesitadas que acuden en busca de raciones de alimentos a la capilla de San Francisco en esta localidad. Cómo este panadero, que tiene una actitud heroica, hay muchas otras cosas que merecen ser compartidas, a efectos de que la noticia y el ejemplo sean acogidos como pan caliente.
En la ciudad, varias familias han tomado la generosa costumbre de instalar en las puertas de sus domicilios, bebederos y recipientes con comida para mascota, así los callejeritos que no cuentan con un hogar que les provea lo necesario para una subsistencia digna, pueden al menos encontrar algo de alimento y agua para la sed. Esta idea está recién salida del horno, y parece que tiene la capacidad de transformar el mundo, convirtiéndolo en un lugar más afectuoso y menos indiferente con el sufrimiento de los vulnerables.
Una directora de un voluntariado, ha empezado una campaña para adecuar una sala de juegos para niños que sufren de cáncer. La mente lúcida de esta mujer, quiere crear un ambiente que olvide los límites del dolor y propicie momentos de felicidad. Alguien que quiere que la felicidad se esparza por el mundo de los más sufridos, es un verdadero pan recién salido del horno.
Hay personas que han decidido convertirse en escucha activa para los que necesitan contar con otros para sus momentos de desesperanza. Esta iniciativa solidaria está salvando vidas, ya que la depresión termina con todo lo que existe en el mundo del desesperado. Creo sinceramente, que quién brinda el tiempo para escuchar, apoyar, dar ánimo, aportar ideas, o solamente acompañar silenciosamente, es un pan caliente muy apetecible.
Hay algunos jóvenes que tienen un corazón solidario, generoso, entregado, amoroso, capaces de hacer cualquier sacrificio por un niño, anciano, animal abandonado, mujer maltratada. Esos corazones son recién salidos del horno, por eso, tienen ciertas virtudes que los hacen mucho más valiosos en el mundo de los sentimientos. Cuando el pan recién sale del horno, es mejor.