Apoyar los emprendimientos

Benjamín Pinza Suárez

El emprendimiento es un proceso que se inicia con una idea básica, creativa, innovadora que involucra a una o más personas que están  dispuestas a tomar riesgos en cuanto a la inversión de dinero, tiempo, trabajo esforzado y  mucha responsabilidad.

El sistema Educativo Nacional que ha imperado en nuestro país, no ha estado diseñado para formar mentes emprendedoras que partiendo del conocimiento de la realidad concreta, puedan poner a flote su capacidad creativa, visionaria y sus condiciones de liderazgo. Es desde un tiempo acá que se comenzó a hablar de economía social y solidaria, de emprendedor y emprendimientos, precisamente con la Constitución del 2008 que en su Art. 282 determina que “El sistema económico es social y solidario; reconoce al ser humano como sujeto y fin y tiene por objetivo garantizar la producción y reproducción de las condiciones materiales e inmateriales que posibiliten el buen vivir…”.

Y para poder ejecutar este mandato constitucional, era menester poner en práctica la política pública que se apropie del sistema económico social y solidario por parte del Estado y los sectores productivos y financieros. Hemos visto con mucho agrado cómo han surgido excelentes emprendedores que se han lanzado con audacia y corriendo riesgos, a impulsar importantes emprendimientos sociales, productivos, comunitarios, artísticos, culturales, empresariales y comerciales, motivados por la necesidad de generar autoempleo, estabilidad económica,  mejorar la calidad de vida, crecimiento personal,  satisfacción de necesidades individuales y colectivas.

Todo emprendimiento inicia a partir de la idea de un negocio o de una iniciativa innovadora. Desde la perspectiva del negocio, la persona busca obtener ganancias, generar empleo mediante la producción y venta de un determinado producto o servicio y se maneja mediante la lógica del mercado. Pero hay otro tipo de emprendedores que no tienen como fin último enriquecerse o buscar el lucro personal, sino que su propósito fundamental es trabajar asociativamente con  personas que tienen las mismas ideas, los mismos objetivos, los mismos sueños y más condiciones indispensables que se requiere para hacerle frente a una tarea de esta naturaleza. Cuando ello ocurre, las cosas tienen un buen arranque, las expectativas crecen, el aporte y la voluntad de los socios se pone de manifiesto, así como  los recursos e insumos necesarios, a efecto de que la producción y la comercialización de bienes y servicios, posibilite el fomento de empleo y el logro de los resultados esperados, todo ello enmarcado en un beneficio común en donde todos son socios, todos son dueños y todos trabajan.

Por ello, es deber del Estado apoyar con créditos blandos este tipo de emprendimiento que se desarrolla bajo la lógica de la economía solidaria, en donde priman las personas por sobre el capital, todo ello, guiado por valores como la reciprocidad, la cooperación, la solidaridad, el muto interés y el trabajo organizado, activo,  dinámico, desarrollado en un ambiente participativo y democrático en la toma de las mejores decisiones.