Efrén Sarango Palacios
Si le cae el candidato,
por su barrio o ciudadela,
con artista o a capela
coja todo en ese rato.
Si le dan gallinas, patos,
media guata, caramelos,
carretillas, pan, masmelos,
coja, coja, al fin y al cabo
con el voto saca el clavo
y resarce los desvelos.
Si le ofrecen plaguicidas,
un tractor, fertilizantes,
mata hierbas, par de guantes,
coja, coja y enseguida.
Si le alegran perra vida
con café, pancito, queso,
venga, aplaque ese bostezo
sin problemas, si sabemos
que los votos que tenemos
son secreto de gran peso.
Si se acercan a su casa
y le dan un billetito,
coja, coja, rapidito
y verá que nada pasa.
Si al pasito alguien lo abraza
y le deja un pollo asado,
una media de anisado
no desprecie tal regalo,
coja, coja, no sea malo
al final ya está pagado.
Hay algunos candidatos
que regalan calendarios,
palo santo, escapularios
y otros tantos garabatos.
En procura de sus “patos”
van y vienen bailoteando
y de paso regalando
banderitas, miel, quesillo,
olorosos cigarrillos;
inclusive, hasta muchando.
Nos regalan camisetas,
calzoncillos, cinturones,
bocadillos, sal, turrones
a patita o camioneta.
Van en bici y patineta
agitando sus manitas
y nos dejan papas fritas,
litros de agua, cal, machetes,
y si el diablo se les mete
nos regalan hasta hembrita.