
En Cariamanga, cantón Calvas, en los últimos meses, la presencia de ciudadanos venezolanos y colombianos es notoria. En algunos casos están en condiciones de irregularidad. Realizan operativo de control a fin de evitar percances.
Algunos moradores de la cabecera cantonal Cariamanga informaron que es frecuente la presencia de ciudadanos foráneos, especialmente colombianos, que arriban a esta localidad de la provincia.
Un nativo de Cariamanga, que no quiso identificarse, dijo a Diario Crónica que, en algunos casos, “ciudadanos extranjeros suelen prestar dinero al chulco; en el centro de abasto esta práctica suele ser común”.
Panorama
Almida Garnica Castillo, comisaria de Policía de ese cantón, en diálogo con Diario Crónica, precisó que, en coordinación con la Policía Nacional, Junta Cantonal de Protección de Derechos y la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) realizan controles.
Aseveró que existe un grupo de colombianos, que instalaron negocios como barberías y restaurantes.
Sin embargo, hay otros extranjeros, que están en condiciones de irregularidad y, efectivamente, se dedican a actividades ilegales “prestamistas”.
Hace pocos días, “realizamos un operativo y cuatro personas fueron notificados. Los ciudadanos tienen un plazo de 30 días para que accedan a la salida voluntaria de nuestro país”.
En caso de que requieran retornar a Ecuador, “lo deben hacer de forma legal”, argumentó la funcionaria.
Atención
Garnica Castillo, además, agregó que de forma constante y mediante el “chat comunitario”, efectúan actividades preventivas a los nativos de Cariamanga y al resto de habitantes de parroquias, urbanas y rurales.
“La ciudadanía debe abstenerse de pedir dinero ilegalmente y a elevados intereses, sino aprovechar las cooperativas de ahorro que hay en la localidad y dan facilidades de pago”.
A decir de la autoridad, tras estas medidas preventivas y operativos frecuentes, “logramos disminuir la problemática, pero también requerimos el apoyo ciudadano”.
En el caso de venezolanos, “no existen actividades de mendicidad, a quienes llegan les realizamos abordaje y acceden a la salida voluntaria”. (I)