
Aunque falta un poco más de dos meses para que finalice el 2023, la cifra de intentos autolíticos y suicidios —en la provincia de Loja— sigue en aumento. A la fecha, alrededor de 15 personas se habrían quitado la vida.
Circunstancias
La mayoría de las personas que intentan o se autoeliminan tienen como porqué un avanzado estado de depresión por diversas causas, entre estas, problemas económicos, escolares, emocionales y familiares, está última toma más relevancia en los meses finales de cada año.
Las estadísticas señalan que desde enero a la fecha se han registrado alrededor de 15 suicidios; dos de estos casos ocurrieron en el mes vigente.
El sábado 14 de octubre de 2023, en un barrio del norte de la ciudad, una mujer, de aproximadamente 50 años, puso fin a su existencia ingiriendo una sustancia tóxica; luego, el jueves 26, un hombre de 45 años fue hallado colgado de un árbol en un bosque del barrio Motupe.
Situación
El psicólogo clínico de una casa de salud particular, Damián Carlos Tabares, en diálogo con Diario Crónica, puntualizó que existe un incremento considerable en los intentos autolíticos. Diariamente atiende entre 3 a 5 pacientes, la mayoría en edades de 15 a 25 y de 45 a 60 años.
“Anteriormente, la población femenina mostraba mayor incidencia de intentos de suicidio; aunque en este 2023 se reinvirtió y ahora son los hombres: de 10 ciudadanos, 3 presentan esta problemática”, dijo.
El especialista mencionó que los meses de noviembre y diciembre son fechas altas donde las personas desean o consuman la idea del suicidio, debido a que las emociones se acumulan y empiezan a recordar cosas, como qué metas no pudieron cumplir en el año, deudas y, lo principal, separación de la familia, es decir, padres abuelos, hermanos… que debieron alejarse por diversas circunstancias, entre estas, la migración; para ello, utilizan medicamentos, luego venenos (pesticidas, plaguicidas) y por último elementos constrictores (bufandas, cuerdas, sogas, correas).
Recomendaciones
Damián Carlos Tabares aconsejó que la familia debe estar pendiente de los integrantes del hogar y detectar si alguna persona desea atentar contra su vida, pues hay señales de alarma: en primera instancia, el estado de ánimo, se aleja de todos, pasa triste o incluso emite expresiones verbales como “la vida sería mejor sino viviera”, “sin mí estarán mucho mejor”, entre otros.
Estos ciudadanos no deben estar solos, necesitan recibir atención inmediata con profesionales y siempre estarlo animando a que cada día será mejor… (I)