La habilitación docente desde el ámbito lingüístico

Galo Guerrero-Jiménez

En todas las áreas del conocimiento es imprescindible el tema de la lectura y la escritura como los medios más idóneos para tener acceso a los fundamentos teórico-semánticos y pragmáticos de estas disciplinas científicas y/o humanísticas. Por eso, es necesario el dominio de los ámbitos meta y supralingüísticos, e incluso, un adecuado raciocinio de las inteligencias emocional, espiritual e intrapersonal. Y, si es posible, qué mejor, el hecho de poder adentrarse en los campos de la antropología simbólica y mística, de manera que el proceso de la lectura y la escritura desde los ámbitos contextuales de cada implicado en el conocimiento de una disciplina determinada esté valorado axiológica y hermenéuticamente, de forma que el proceso del conocimiento desde esta óptica alcance una auténtica sabiduría que tanta falta le hace hoy a la humanidad para que adquiera una real contextura ética y de disfrute en todo cuanto implica conocer el mundo en todas sus dimensiones de grandeza humana.

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Hay que preservar la sonrisa

Ruy Fernando Hidalgo Montaño

En una época tan complicada como la que vivimos, realmente no existen muchos motivos para sonreír, pero a los pocos que nos quedan debemos aprovecharlos al máximo. Siempre es bueno esbozar, aunque sea una pequeña sonrisa ya que es la única terapia gratuita que tenemos los pobres de dinero para menguar un poco nuestros pesares, pero a pesar de su gratuidad ¡Que poco que sonreímos ahora los seres humanos! Y es que nos empeñamos tanto en meternos en líos muchas veces absurdos que olvidamos por completo dibujar una sonrisa en nuestros rostros, por si fuera poco estamos perdiendo de manera rápida y continua otras cosas importantes como los gestos amables, dirigirnos con respeto y gentileza a los demás, tolerar y comprender las debilidades de los otros, como nos gustaría que lo hagan con nosotros, nos complicamos solitos la existencia, ya sea por un orgullo mal entendido, o por asuntos de soberbia nos negamos obstinadamente a sonreír.

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