Genes o entorno, influencias y patrones culturales

Augusto Costa Zabaleta

La Epigenética ha tenido un puente entre los dos ámbitos y ha explicado la modificación de los genes por efecto de las experiencias a lo largo de la vida; cabe decir que el ADN, por contener el código de la vida es el principio y el fin de todo lo que ocurre dentro de una célula.

Es irrefutablemente verídico que los humanos somos resultado de una influencia directa y constante del medio ambiente, en todas su faces sobre un sustrato genético, en proceso de cambio continuo e incesante que influye desde nuestra concepción hasta la muerte; el ser humano surge de un circulo virtuoso que implanta en nuestras genes en el cerebro; la cultura, la tecnología y el convivir social; lo que se traduce en simiente biológico y razones ambientales fuertemente entrelazadas entre sí, de aquella relación funcional hace 200000 años salió el cerebro del Homo Sapiens asignada como la revolución biológica.

La influencia de la interacción con el ambiente denota el comportamiento evolutivo del ser, de su supervivencia, su comunicación, planificación, jerarquías, mediante un cerebro capaz, rápido y eficaz, mediante una estructura compleja; todo ello mediante el desarrollo de un pensamiento abstracto de categorías, patrones generales, porque nuestro cerebro es sublime energéticamente, con un dos por ciento de peso corporal consume un veinte por ciento de energía total; consecuentemente, los descubrimientos del ser humano en los albores de la civilización, como el fuego, las herramientas y otros aspectos fundamentales, nos permitieron crear más cerebro, más capaz, ágil y pensante; lo que relaciona al lenguaje, la sociedad que coadyuvan a que las circunstancias ambientales actúan sobre un sustrato genético, más cuando se cambió la costumbre del ser humano de nómadas a sedentarios, estructura que forjo la sociabilidad, el sentido organizativo, jerárquico y productivo agrario.

La educación es un proceso continuó basado en el aprendizaje y que busca la adquisición de conocimientos, habilidades, valores, principios y hábitos, que va moldeando y enriqueciendo al cerebro; la influencia del medioambiente, de lo adquirido, es decir, de la crianza, la educación, las experiencias a lo largo de la vida, frente a lo ignato, lo heredado, los genes y el ADN, resultan relevantes realidades; su incidencia empieza en el momento de nacer, y su principal protagonismo durante los primeros años de vida, y es además consiente la incidencia de factores ambientales, cuando el cerebro establece su estructura básica y en la conectividad entre las grandes regiones encefálicas.

La mala nutrición en el útero de la madre, generan alteraciones en los circuitos cerebrales del feto; los bebes que nacen de madres con problemas de nutrición, presentan mayor tendencia a desarrollar trastornos cardio vasculares y diabetes al envejecer; así como la exposición a metales pesados, contaminación atmosférica, consumo de medicamentos (auto medicados), y estupefacientes, alteran notablemente las estructuras cerebrales.

En conclusión, la influencia del medio ambiente en el enriquecimiento del cerebro es vital, es directa y están relevantes como lo son los genes heredados.