Primera vuelta electoral: lectura

La referencia del 99% y pico del escrutinio del CNE sobre las elecciones del 7 de febrero pasado no permite vislumbrar aún el contendor del candidato Arauz (32,10% de la votación) en el balotaje previsto para el próximo 11 de abril: Yaku Pérez (19,94%), o Guillermo Lasso (19,58%). Sobre los resultados de este evento hay varias lecturas, pero las más serias, según mi criterio, coinciden en los siguientes puntos:

1) El espectro partidista asoma con tres tendencias: el populismo correísta, una centro izquierda emergente y la centro derecha, detectables en proporciones más o menos parejas: alrededor de un tercio cada una. Aunque se advierte que tanto el populismo como la derecha, no han podido rebasar las cifras relativas de las elecciones anteriores (demuestran un estancamiento), o mejor, se han situado en niveles inferiores, mucho más en el caso de la tendencia de derecha. Mientras la centro izquierda tiende a emerger alrededor de los candidatos Yaku Peréz (Pachakutik) y Xavier Hervas (Izquierda Democrática).

2) Los votos alcanzados por Pachakutik (20%) y la Izquierda Democrática (16%), agrupaciones políticas que podrían ubicarse en la centro izquierda, señalan que el pueblo ecuatoriano reconoce y valora la gestión de los últimos años, tanto de la derecha como del populismo, varios de ellos representados por pseudo-partidos con dueños inamovibles, pero todos convergiendo hacia lugares comunes: neoliberalismo directo o disfrazado, demagogia, gobierno para el círculo de poder o un segmento privilegiado del “partido”, corrupción, impunidad… y muy poco en beneficio del pueblo oprimido: sin salud, educación, seguridad, trabajo decente, justicia ni esperanza…

3) Los cuatro candidatos a presidente de la república con mayor aceptación (Arauz, Pérez, Lasso y Hervas) alcanzaron cerca del 88% de la votación, frente a los 12 restantes que obtuvieron el 12,3%, porcentaje apenas inferior a la suma de votos nulos (9,48%) y blancos (3,06%). Datos que acusan a la legislación electoral amañada y perversa que nos rige, vergonzosamente permisible, no sólo en exigencias en cuanto a calidad sino hasta en número de candidatos.

4) Con el escrutinio realizado, las cifras relativas para asambleístas nacionales, asociadas de alguna manera al candidato triunfador, también indican que la Nueva Asamblea se instalará sin una mayoría absoluta. De ahí que el próximo gobierno deberá realizar alianzas y consensos adecuados para lograr una mejor gobernabilidad, que fortalezca la débil democracia y la rota unidad nacional.

5) El contendor de Arauz se conocerá luego de varios días, cuando se termine de evaluar las actas con inconsistencias. Mientras tanto se vive un clima de incertidumbre, inquietud y hasta desconfianza y por los dimes y diretes que aseguran, con fundamento, que la cúpula correísta estaría más tranquila si el balotaje es con Lasso antes que con Pérez.

6) Esperemos que estas elecciones sean lo suficientemente transparentes para no alterar el clima de poca tranquilidad y esperanza que aún tenemos. ¡Qué se respete la voluntad ciudadana y prime la cordura y sensatez antes que oscuros intereses ligados a nefastos propósitos!