La incontrolable pandemia populista

Los estudiosos de la materia consideraban que el problema del populismo se operaba solamente en los países con extrema pobreza, cultura de bajísimo nivel, desconocimiento total de la cultura política y analfabetismo, singularizando que para los países altamente desarrollados este fenómeno solo se operaba en los países del tercer mundo, pero en la actualidad se ha extendido a Europa, Asia y Estados Unidos de Norteamérica ya que en África esta indefinidamente sin visos de cambio; actualmente lidera el populismo el ex Presidente de los EE.UU. Donald Trump, líder del Partido Republicano.

En nuestro país no solo por la pandemia sino que este mal sirvió para destapar el telón que cubría la extrema pobreza germen insolucionable por los gobierno de turno que se resume en la desigualdad económico social pese a que tenemos una de las constituciones más avanzadas del planeta a la que infortunadamente solo se la aplica en los términos e intereses que demandan los grupos de poder económico enquistados en los administradores de turno; así en lo relativo a educación en los niveles inicial, primario y secundario que son obligatorios y gratuitos en su totalidad se cumple parcialmente, lo que incide colateralmente en el fenómeno imparable del éxodo de adultos, jóvenes y niños en la nebulosa e incierta de llegar, tratando de hacer realidad el sueño norteamericano, aunque se considere únicamente a la juventud para poner en la lista de los emprendedores, excluyendo sin ninguna justificación a los adultos y los de la tercera edad que también están en posibilidad de contribuir al desarrollo nacional por el emprendimiento, habida cuenta que ese sector ha acumulado años de experiencia muy útil para esta actividad.

En lo relativo a la pandemia populista debemos anotar que es importante singularizar que la mayor parte de organizaciones y partidos políticos son agrupaciones que no cuentan con ideología política ni militancia permanente sino ocasionalmente con partidarios en procesos electorales un programa de realizaciones que se forman ocasionalmente para presentar al CNE a fin de que apruebe su participación en el evento electoral, debido a lo cual se inscriben para las elecciones nacionales más de 400 agrupaciones hasta cantonales las que posteriormente se agrupan y aspiran a obtener una representación provincial a la Asamblea, que de obtenerse constituye el germen para el fermento del populismo que es la actual pandemia, antes epidemia que afectaba a nuestra República, debiendo aclararse que si bien la Constitución y leyes garantizan el derecho a elegir y ser elegidos, esto no debe confundirse con la facultad de ser candidato porque de ser así se podría exhibir un cartel con más de 7 millones de candidaturas.

Los populismos tienen una vida efímera, de escasa duración al no poder cumplir las ofertas que esta forma de gobernabilidad constituye el pilar fundamental que consideran afirmarse, así se sucedieron desde los cinco periodos de Velasquismo que solo terminó uno y desde Bucaram el 10 de agosto de 1996 hasta Lucio Gutiérrez el 15 de enero de 2003.

Los actuales movimientos políticos y en particular el que detenta el poder deben poner en práctica, como estimen más conveniente, ese precepto antiguo de gobernabilidad del Partido Comunista: “teoría y acción revolucionaria” porque si se quedan en la teoría solo alcanzan fines circunstanciales que agraden a la colectividad, olvidándose de lo fundamental como ya lo puntualizó públicamente el líder del PSC en la convención de su Partido.