En los cementerios de la ciudad de Loja varias familias acudieron a visitar las tumbas de sus seres queridos, puesto que ellos, se adelantaron al seno del Creador. Se desplegó el contingente de seguridad para evitar aglomeraciones.

Historias

Baldes, trapos, pintura y brochas fueron parte de las herramientas que las personas llevaron hasta los camposantos. Ellos primeros se dedicaron al arreglo de las tumbas, luego velaron a sus seres queridos.

Wilfrido Galarza acudió al cementerio de Motupe junto a sus hijos. Quitaron la maleza y luego pintaron la tumba de su esposa. “Estamos toda la familia en este lugar para velar a mi compañera de toda la vida, quien falleció hace 3 años. La intención es recordarla por la maravillosa madre que fue para mis primogénitos y quien les enseñó el camino del bien”.

Ximena y Darío Castillo también acudieron al camposanto de Motupe. Relataron que visitaron la tumba de sus padres y su abuela que descansan en este lugar. Sus familiares llevan enterrados más de 10 años. “Es una tradición, en esta fecha estar juntos como hermanos para rezarles, velarlos y agradecerles por los cuidados que nos dieron hasta adultos y por las bendiciones dadas ahora que están a lado de Dios”, dijo Darío.

Control

Fabián López Mora, director de Seguridad Ciudadana y Control Público, indicó que coordinaron con Intendencia y la Policía Nacional para mantener el cuidado en las inmediaciones de los camposantos, mientras que los policías municipales apoyaron en la parte interna.

En el cementerio de Motupe, ubicado al norte de la ciudad, el control inició desde el ingreso (vía antigua a Cuenca), puerta del camposanto y en varias partes de las tumbas.(I).